Pegué un puñetazo en la pared haciendo que mi mano sangre.Había un papel en el suelo y lo cogí para ver lo que era, sus notas.
Todo estaba aprobado con notas normales.
¿Está así por esto?
Me senté para tranquilizarme...estaba saturado, iba a desahogarme con ella y verla así me ponía nervioso.
La volví a mirar e imagine que era mi pequeña hermana...no, no, joderr.
— ¡JODERR! — grite pegándole otro puñetazo a la mesa.
— JJJJ...J — hizo un ruido.
La miré y escupía sangre ya que se atragantaba.
Me fui a ella y la senté pero no tenía nada de fuerza y se cayó en mi hombro.
Le quite los pelos de la cara y aún no era reconocible.
— Alissa, respira —
Hacía ruidos pero no se entendía nada.
Traje un cubo de agua tibia y le limpie todo, era difícil ya que le hacía daño y tenía heridas profundas.
Hice un intento de curarla y la tumbe en el suelo.
No tenía ni una sábana en la que tumbarse ni taparse, una almohada, nada. Estaba muy herida y no podría dejarla en el suelo.
Me senté en el suelo y la cogí en mis brazos, su cabeza quedó en mi pecho y así notaba que podía dormir algo mejor.
Pasaban los minutos y yo solo miraba la pared, ella dormía como un bebé, ni se le escuchaba respirar.
Ya estaba relajado, ver a mi hermana a salvo me relajó pero tenía la necesidad de desahogarme pero frené en cuanto vi a alisa. Ahora no entiendo el por qué de sus golpes.
Me quedé dormido aunque se que mañana me dolerá todo.
[...]
Empecé a abrir los ojos ya que mi cuerpo sentía bastante dolor de estar en suelo y sin moverme en toda la noche.
Ella seguía igual de acurrucada a mí.
— ¿esto que mierda es Asher? — dijo Devorah al verme.
— no te importa — dije susurrando.
— a mi padre si le importará — dijo dejando la bandeja con un pequeño desayuno a mis pies — ¿que te traes con ella eh? — preguntó.
— Devorah, no te importa ni una mierda, vete de aquí si no quieres verme enfadado, te arrepentirás y más si se lo dices a tu padre — lo dije casi gritando.
Su cara era de espanto y se fue.
Alissa seguía sin despertarse.
La tumbe con cuidado y fui a estirarme.
Fui a darles pequeños toques en la cara para que despierte pero le costaba hacerlo.
— mmmm... —
— alissa levanta tienes que comer — dije con una voz elevada para que despierte.
Sin abrir los ojos, negó.
— espabila alissa —
No lo hacía y traje un paño con agua para pasarlo por su cara y que despierte.
— de-déjame... quiero dormir — susurró.
— dormiste toda la noche, es hora de que te levantes —
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MI GUARDIÁN
Roman pour AdolescentsCreí que el era mi padre hasta que descubrimos la verdad, se transformaron en malas personas conmigo...incluso mi madre; no entendía ese mal trato hacia mi. Mi padre o el que creí que era, contrato a ese chico que presenciaba todo lo que me pasaba...