Veintiseis

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¿Otro Potter?

Severus hizo lo primero que se le cruzó por la mente para calmar al menor, al acercarse poco pudo hacer para tomar alguna decisión ya que Harry enrollo sus brazos en su cuello y sus piernas en su cintura, todo eso con un delicado salto hacia su cuerpo. Él solo pudo colocar sus manos para sostener a Harry en lo primero que encontró, Harry pareció calmarse lentamente aunque sus manos se encontraban firmes en su trasero.

- No me sueltes -

Un escalofrío recorrió la espalda de Severus ante el susurro en su oreja, sintió un claro rose de colmillos en el lóbulo de su oreja que hizo que apretara más sus manos alrededor de las redondeadas nalgas que se le estaban antojando tentadoras. Un carraspeo a su lado hizo que deslizará las manos a los muslos y no volteara a ver al lobo y al perro, que seguramente estaba rabiando en su forma animaga.

- Será mejor que nos vayamos -

- Si... -

- ¡Solo camina! -

El grupo se dio vuelta cuando escucho una voz que ya habian escuchado antes, del ascensor salía la misma pareja que se habían encontrado en el corredor acompañados de quien parecía ser un juez para oficiar su divorcio. Y como hasta hace un rato, venían discutiendo, hasta el último segundo que durará su matrimonio.

- Oh, ustedes -

La mujer miró con una mueca a Severus y no pareció sorprenderle la apariencia de Harry en absoluto, los ignoro y camino hacia el mostrador pero el chico se había quedado mirando a Harry intensamente y con sorpresa plasmada en su rostro. Antes de que alguien pudiera decir algo, los dejo helados al grupo el nombre que pronunció la mujer.

- Necesitamos la libreta de Matrimonio de Ana Elizabeth Potter e Ishaias Charlus Potter-Black -

Harry se bajó de golpe de Severus y miro a Ishaias que se encogió en su lugar ante los ojos rojos del menor.

- ¿Potter? -

Y aunque Ishaias quería salir corriendo asintió levemente ante la pregunta de Harry, que guardó sus alas y sus ojos lentamente volvieron a ser verdes. Harry suspiro antes de mirar a Ishaias que se encogió ante la mirada del menor.

- ¿Podemos hablar luego de que termines? -

Ishaias asintió sin entender nada y camino hacia el mostrador donde Ana le hizo firmar distraídamente el papel de divorcio, si bien su matrimonio había sido por decisión de sus padres, habían tenido una convivencia amena durante varios años y terminaron pasando muchos años de su vida juntos. Aún así, jamás lograron tener hijos y nunca habían juntado sus bienes, la separación era sencilla y cada uno iría por su camino luego de firmar los papeles. Ishaias miro al grupo que se había quedado junto al ascensor, se preguntó si su vida iba a dar un nuevo rumbo a partir de ese momento y si esas personas serían las responsables de que su futuro cambiara a partir de entonces.

- Ana -

Ella frunció sus labios antes de darse vuelta para mirar una última vez al que había sido su esposo, sus ojos se encontraron, Ishaias vio que su esposa ya había asimilado todo, era el fin. Nada de lo que dijera cambiaría el hecho de que ahora estaban separados, así que solo la dejo ir. Dejo que separaran sus caminos y esta vez para siempre. Harry vio como Ishaias pasaba sus manos por su cabello antes de caminar hasta ellos.

- ¿Que necesitaban hablar conmigo? -

- Soy Harry Potter -

Ishaias se sorprendió y boqueo antes de cerrar la boca, no sabía que decir, después de todo, no todos los días se encontraba con un pariente que se suponía no existía. Ishaias y Ana vivían en una campiña alejada del bullicio de la ciudad, e incluso aunque un hombre estuviera trayendo el periódico una vez a la semana en su alejada casa, el periódico que leían era Muggle ya que Ana lo era e Ishaias no tenía mucha idea del mundo magico. Así que ninguno se enteró de la existencia de Harry hasta ese entonces, ignoraban el hecho de que había otro Potter rondando por el mundo.

Dulce MaldicionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora