Dulce Maldicion

Cuatro

Un grupo de cuatro criaturas.

Harry se encontraba sentado en la cama de la enfermeria y en compañía de su profesor que continuaba en su cama mirando distraídamente la mano que anteriormente había tenido arañazos que Harry había hecho la noche anterior. El ojiverde estaba muy callado, intentado asimilar su nueva situación, aunque se le hacía muy difícil. La mirada del ahora vampiro se desvió hacia los biombos blancos de tres camas ubicadas en distintos puntos de la enfermeria, se preguntaba quienes estarían resguardados detrás de ellos y porque. Luego Harry miro a su profesor.

- Lamento mucho si le hice daño anoche, como habrá notado no estaba del todo lúcido - Harry, temeroso, decidió iniciar una conversación con su reciente pareja, que sin querer había elegido mientras estaba pasando por su transformación.

- Descuide señor Potter, está todo bien - Severus estaba extrañamente callado, normalmente habría contestado con algún comentario sarcástico pero prefirió guardarlo y simplemente contestarle sinceramente al chico de ojos verdes que lo miraba intensamente.

- De verdad lo lamento, por todo, se que usted nunca hubiera querido estar atado a alguien que detesta - Severus apretó sus labios.

- Sinceramente luego de la guerra deje atrás el rencor que sentía por usted señor Potter, y aunque sigues pareciéndome un chico molesto, creo que no va a ser tan malo estar contigo por lo que me queda de vida - Harry frunció el ceño ante lo último dicho por su profesor, y aunque el hombre no terminaba de agradarle, no le deseaba un pronta muerte, como al parecer quería su profesor.

- Oiga, usted va a vivir mucho y aunque no nos llevemos bien del todo, haré que tenga una cómoda vida aunque sea conmigo - Severus miro al chico que lo miraba bastante enojado y le pareció bastante tierno la forma en la que fruncia el ceño y la nariz cuando estaba enojado.

- Descuida, que mientras no intentes sacarme canas verdes tendré una larga vida para seguir torturandote con mi presencia, Potter - Harry no pudo evitar sonreír ante la broma de su profesor, y pensó que tal vez estar junto a él no iba a ser tan malo después de todo.

...

Unos ojos grises se abrieron lentamente, mientras que el dueño de esos ojos gemía ante el dolor inmenso de cabeza que sentía y no pudiendo evitar hundir su cabeza en la almohada ahogando un segundo gemido ante el dolor que también sentía en el cuerpo. Draco miro a su alrededor luego de haberse acostumbrado al dolor muscular que tenía, se dio cuenta que estaba en la enfermeria y de inmediato recordó todo lo que le había pasado. Con un profundo suspiro se levanto de la cama y salió del biombo que cubría su cama, a la primera persona que vio fue a su jefe de casa para después ver a un ojeroso y pálido Harry Potter.

- Draco - el ojiplata pensó que seguramente se vería igual de feo que Potter antes de mirar a su padrino que lo había llamado.

- Profesor - Draco se acercó a la cama donde estaba sentado Severus, el cual tomó el rostro del rubio para ver si había quedado alguna cicatriz de la transformación de la noche pasada.

Pero antes de que Severus pudiera comentar algo de la piel de su alumno, un pequeño gruñido le alertó que aún estaba en presencia de su futura pareja y soltó rápidamente la cara del rubio para mirar a Harry, que había sacado sus colmillos y arrugaba levemente la nariz mirando asesinamente al rubio. Severus suspiro para luego palmear el costado vacío junto a él, que rápidamente se lleno por el ojiverde, que aunque estaba avergonzado de sus instintos de vampiro se sentía bien demostrando que el ojinegro tenía pareja.

- Oh, Potter es un vampiro - Y Harry se dio cuenta de su error, pero ya no se molestó en ocultarlo y simplemente miro al rubio como retandolo a contárselo a todo el mundo - Descuida Potter, se mantener secretos, aunque si quieres estar a mano puedo decirte de mi condición también - Draco miro divertido al ojiverde que apretó sus labios y desvió la mirada, aunque se notaba a leguas la curiosidad de Harry - Soy un Vela, si no sabes que es averigualo, para algo tienes que usar ese cerebro, Potter - Y Draco simplemente se alejó dejando a un ofendido Harry, que se preguntaba que conllevaba ser un Vela completamente.