Prologo

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Una figura encapuchada corría por el bosque en medio de la noche, su respiración estaba agitada y miraba cada tanto hacia atrás, como verificando que no hubiera algo persiguiendolo. Sin embargo, a unos cuantos metro de él había otra persona, que caminaba tranquilamente y con una sonrisa en su rostro. Él no iba a escapar, no cuando se había llevado lo que más quería.

Ashaias Potter estaba escapando de aquel que podría arruinarle la vida con un solo mordisco, mientras que Mikhaelis Astharte, un reconocido vampiro de la comunidad mágica estaba intentando atrapar a su presa, para hacerle pagar por su descaro.

- Señor Potter, por más que corra sabe que lo voy a alcanzar y le haré pagar lo que hizo -

Ashaias dudo en ese momento y eso hizo que se tropezara con una gruesa raíz que sobresalía de la tierra. Angustiado sintió la presencia del vampiro a sus espaldas, estaba acabado, lo mataría por lo que había hecho. Los Potter eran unos fieles creyentes de la pureza de la sangre, aborreciendo la sangre manchada de los vampiros. Eso había hecho que el cabeza de familia de los Potter, Ashaias, matara a Elizabeth, la prometida del Conde Astharte. El que ahora estaba persiguiendo al asesino de su prometida.

- Debe pagar por lo que ha hecho, señor Potter -

- No, déjame tranquilo -

Mikhaelis vio el pánico y horror en la mirada de Ashaias, y se le ocurrió una diabólica idea, sonrió mostrando sus afilados colmillos y cuando Ashaias se dio cuenta ya tenía al vampiro encima de él.

- No, no, déjame -

Ashaias, mucho más pequeño corporalmente que el vampiro, no pudo luchar contra la fuerza sobrenatural de Mikhaelis, por lo que quedó bajo el vampiro con sus manos fuertemente aferradas sobre su cabeza.

- Shhh, Ashaias, debes pagar el precio de la sangre derramada de un vampiro -

Los ojos rojos miraron los negros de Ashaias, y antes de que pudiera hacer algo, Mikhaelis lo estaba besando. El ojinegro, sorprendido intento apartarse, pero un mano fuerte se instaló en su nuca, y el agarre en sus muñecas se intensifico, provocándole dolor lo que hizo que Ashaias abriera la boca. La lengua del vampiro invadió la cavidad, cálida y dulce, de Ashaias. El cual solo se retorcía intentando terminar con aquella tortura.

- Tu precio será muy alto de pagar mocoso -

Y Mikhaelis solo clavó sus colmillos en el delgado y esbelto cuello de Ashaias, marcando al primer Potter que cargaría con la maldición de ser un vampiro por el resto de su vida.

Dulce MaldicionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora