Segunda parte de ¿Y si me declaro a mi crush?
YoonGi le había prometió que aún serían amigos pero la distancia terminó por separarlos.
---¿Te irás hyung?
---Regresaré pronto, solo serán dos años ¿Qué podría pasar en dos años?
♪ YoonMin.
♪ Fluff.
♪ M...
Se cayó dos veces durante la práctica, fue regañado por el coreógrafo pero no podía quitarse la preocupación de la cabeza.
¿Y si algo salía mal?
¿Y si JongSuk lograba salir libre del asunto?
¿Y si YoonGi ya estaba muerto en alguna parte de la ciudad?
Su cuerpo cortado en diferentes partes dentro de bolsas de basura en algún descampado fuera de la ciudad.
---Por favor, por favor que YoonGi esté bien...
Solo podía esperar a que le dieran buenas noticias más tarde.
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---¿Y bien?
Todos miraban a JongSuk expectantes, las pruebas habían sido mostradas; fotos, testigos, videos.
Él nunca habría pensado que esos tontos irían a quejarse con su padre, ciertamente había subestimando al grupo de jóvenes, extrañamente se habían organizado en grupo.
Los engranajes de su cabeza comenzaron a moverse encontrando fácilmente a la persona detrás de todo esto: Park JiMin.
---¿Y cómo aseguran que es cierto? Yo le dí el día libre a YoonGi, él está en mi casa comiendo palomitas y viendo la televisión.
¡Error!--- exclamó TaeHyung ---A YoonGi hyung no le gusta ver la televisión, prefiere leer libros.
JongSuk trató de conservar la calma pero su padre y ese tonto de Ta-Ki lo miraban demasiado. Odiaba cuando no tenía el control de la situación.
---¿Te parece gracioso?--- las palabras fueron dirigidas al muchacho japonés.
El chico pelinegro aguantó la risa ---Sigues siendo un niño, sigues culpándome por tu situación actual. ¿Todo por el oso que deseché hace años?
---¡¿Lo desechaste?!--- JongSuk se abalanzó sobre la mesa para borrarle la sonrisa al desgraciado que ahora era protegido por los otros tres muchachos.
El señor Lee no aguantó más, se levantó de su silla furioso y miró a su hijo con desdén ---¡No mereces mi empresa! ¡No mereces nada! ¡Siempre metiéndote en problemas!
---Padre...--- inmediatamente soltó la camisa del contrario que sostenía entre sus brazos y corrió hacia el mayor asustado.
---¡Olvida la presidencia, te encerraré en un sanatorio!
