Capítulo 9

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*—Aydee:

Un tiempo para pensarlo...

Giró sobre su cama, mirando hacia la ventana abierta por donde entraba una fresca brisa nocturna.

Después de su salida con Valerian y que este le saltara con tal proposición, Aydee no dejaba de pensar en ello.

Durante la velada, al este verla tan nerviosa y sin palabras, había decidido por dar terminada la noche porque temía que Aydee se desmayara de la sorpresa. Así de caballero era. Sin embargo, cuando la llevo hasta la puerta de su apartamento, le podio que pensara en su propuesta muy detenidamente, pero, ¿cómo Aydee podía pensar en ellos siquiera? Valerian no le había dado razones claras por las cuales hacia esto. No le había explicado nada y no podía tomar una decisión así sin una detallada explicación.

Sumándole a eso, era su jefe por Dios. Si se ligaba con él, sería la comidilla de la empresa, además de que no estaría bien unirse de esa manera cuando no había amor de por medio. Ya había sufrido demasiado con personas que no la amaban para tener que estar con otra más. Valerian podía ser muy caballero y todo, pero no era suficiente.

No obstante, había una parte de ella le decía que lo intentara. Esta le decía que estaba sola y que era obvio que nunca podría estar con el padre de su bebe. Cuando Levanner se enterará sobre su hijo, iba a llover fuego y no sería una persona coherente, lo conocía muy bien y sabía que actuaría como el frio hombre de negocios que era.

Tenía que tener a alguien fuerte como Valerian para que le ayudara a pelear cuando se diera la batalla, pero hacer aceptar su propuesta por ello no la haría feliz.

Debía de pensarlo más.

Decidió irse ya a dormir, la noche era fresca y estaba cansada y le esperaba otro gran día, puesto que mañana tenía que ver a la cara a Valerian luego de lo de esta noche y tenía que estar preparada para ello.

A la mañana siguiente, cuando se levantó, se sentía nueva y más animada.

La noche anterior temía de enfrentar a Valerian, pero aquella mañana no sentía miedo. Iba a preguntarle directamente porque había saltado con esa propuesta y que planeaba conseguir con esta. No podía tomar una decisión tan importante como esa tan deliberadamente. Era un hombre de palabra y así como lo era, debía de darle la cara y hablarle con la verdad.

Como le había dado permiso en la empresa de llegar a la hora que pudiera a cumplir su jornada de trabajo, esa mañana Aydee decidió tomarse en serio esa autorización. Decidió llenar la bañera de su cuarto de baño con agua y unas sales que servían para hidratar su piel.

Se acomodó en la bañera y comenzó a cantarle una nana a sus bebes mientras se acariciaba el vientre. Estaba emocionada por su nacimiento que no le importaban las consecuencias de este, porque muy bien sabía que las habría. Como había dicho antes, cuando Levanner se enterará de que tenía hijos no estaría muy feliz, pero lo convencería para que le diera la custodia y de que no lo molestaría. Eso debía de ser suficiente.

Sin embargo, conociendo a Levanner y a la familia de este, cuando se enteraran de esos hijos, no iban a quedarse con los brazos de espalda. Tal vez... tal vez hasta tratarían de hacer que Levanner tomara la responsabilidad, algo que Aydee no deseaba. Amaba al hombre, pero no quería que estuviera con ella por obligación.

Suspiró y movió la cabeza.

El momento sería quien hablara.

Decidió salir de la bañera para alistarse para la mañana. Estaba secándose el cuerpo cuando sintió un golpe en el estómago, pero desde adentro. Aydee se quedó petrificada y volvió a sentirlo. Sus manos, las cuales se tornaron temblorosas fueron hacia su amplio vientre, tocándolo.

👼🏻 Compartiendo Un Regalo 🎁 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora