Epílogo

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*—Levanner:

Ha pasado un año desde que fueron bendecidos con Liam y Logan y la vida de casado con Aydee ha sido maravillosa.

Cada día se levanta con nuevos ánimos, a veces suceden cosas fuera de lo normal, pero sabe que esta es la vida en sí, que es para aprender y Whoa, sí que estaba aprendiendo muchísimo sobre la felicidad y claro, sobre cómo evitar los desastres con los pañales de sus pequeños.

Una risita salió de su pecho mientras veía a Aydee sofocada tratando de limpiar un pequeño desastre hecho por Logan. Aydee era experta en limpiar los desastres de Logan, mientras que Levanner tenía ya su doctorado con Liam.

Sus bebes tenían aficiones con cada uno de ellos, como, por ejemplo, Logan odiaba que Levanner lo limpiara y se habían dado cuenta de que cada vez que Levanner decidía hacerlo, este lloraba, sin embargo, a este le fascinaba que fuera Levanner quien le diera la leche. No obstante, a Liam le encantaba estar con él, pero de cierta forma odiaba que le diera le leche y le gustaba que lo limpiara, siempre soltaba chillidos de felicidad cuando lo hacía.

Levanner se quedó mirando enamorado hacia como Aydee limpiaba a Logan y como Liam miraba todo desde su cuna, curioso por saber que hacia su madre con su hermanito.

Viéndolos ahora, no podía creer que ellos hubieran hecho estas pequeñas cositas tan bellas. La travesía que pasaron con estos fue tan maravillosa que a veces Levanner no creía que hubiera pasado. ¿Él sintiendo los síntomas de Aydee?

Soltó una carcajada.

Cualquiera diría que fue todo mental, pero Levanner, quien había pasado por ello, sabía perfectamente que fue real. Digan lo que digan, Levanner iba a seguir pensando que esto solo se daba con una fuerte conexión, así como la que Aydee y él habían tenido desde siempre.

La verdad es que se alegraba que hubiera pasado con Aydee, no se imaginaba que fuera con otra mujer, solo con ella había tenía esa conexión.

Se acercó a Aydee por detrás y la abrazó.

Aydee se giró.

—¡Deja eso y ven aquí! —exclamó Aydee histérica y desenredándose de él.

Levanner no pudo evitar reírse y dejó de pensar tanto para ayudar a Aydee a recoger y a pasarle toallas limpias. Cuando terminaron de limpiar a Logan, Aydee lo tomó entre sus brazos y le hizo señas a Levanner para que tomara a Liam. Eran las tres de la tarde y esta era su hora de la siesta por lo cual debían de meterlos en la cama, y claro, para tener un poco de descanso.

Hoy era su día libre y le fascinaba pasarlo con su familia, pero también, le gustaba pasarlo con Aydee más que todo, no obstante, nunca estaban ellos solos. Desde que nacieron los bebes habían tenido las manos llenas y no se habían podido tomar un descanso como era debido. No se quejaba de sus pequeños, para nada, sin embargo, un pequeño descanso era merecido.

—Necesito vacaciones —se quejó Aydee cuando se unió a ella en el sofá de la sala.

—Necesitamos —recalcó Levanner pasándole una humeante taza de café.

—Ser padres es difícil —comentó su esposa para luego dar un largo sorbo a su café caliente. Cuando terminó, soltó un largo suspiro de placer y luego le sonrió—. ¿Qué estabas pensando cuando me embarazaste? —preguntó.

Levanner soltó una carcajada.

Aydee era muy cómica, cuando respiraban un poco luego de una larga sesión con sus pequeños, su amaba siempre decía lo mismo. Era divertido, por como todo comenzó entre ellos. Mas, sin embargo, a pesar de todo lo que pasaron, Levanner no se arrepentía de nada.

👼🏻 Compartiendo Un Regalo 🎁 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora