Capítulo Final

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*—Levanner:

Estaba tan asustado.

No paraba de dar vueltas en la sala de emergencias del hospital en el que Aydee había sido admitida.

Cuando llegaron a Boston, ni bien salieron del aeropuerto tomaron un taxi que los llevó hacia el hospital lo más rápido posible. Mientras iban de camino hacia este, Levanner no dejaba de pensar en lo peor. Su hermana no les había comentado los detalles y solo había dicho que Aydee había entrado en labor de parto antes de lo previsto, por lo cual, Levanner no tenía idea sobre qué había pasado.

Y para el colmo, cuando llegaron al hospital, nadie quería decirle que estaba sucediendo.

¿Qué tal mal estaba Aydee? ¿Por qué no le decían que pasaba con ella y sus bebes? El vuelo había tardado 3 horas y no era posible que la cesaría se tardara lo mismo. Estaba desesperado y no sabía que esperar de esta situación.

Era su culpa, no dejaba de culparse de esto que estaba pasando. ¿Por qué había dejado a Aydee sola? Debió de estar con ella a su lado, se lo había prometido, pero no, había actuado como un idiota y se había largado a otro estado con la excusa de participar en un congreso del cual ni siquiera estaba interesado. Le había fallado.

Si Aydee decía dejarlo después de esto, lo tendría merecido.

Harto de esperar a que alguien le dijera que pasaba, Levanner, por enésima vez, fue hacia su hermana quien estaba junto a Abby hablando y cuando se detuvo frente a esta, ambas chicas levantaron la mirada hacia él. Abby como siempre lo miro de mala manera, pero Leighton lo miró con tristeza.

—¿Qué paso antes? —decidió saber una vez más desde que había llegado y buscaba respuestas a lo sucedido con Aydee, porque nadie quería decirle nada y estaba cansado de esperar—. Estaban con ella cuando sucedió, así que entiendo que deberían decirle que paso antes en vez de ignorar mi maldito pedido —espetó.

Abby abrió la boca para responder, pero Leighton lanzó una mano hacia ella, para callarla cubriéndole la boca. La chica miro a la otra con confusión al igual que Levanner, quien no entendía porque actuaban de es amanera con él. Si, había fallado al no estar al lado de Aydee, pero no podían condenarlo por ello.

—Leighton...

—No le digas nada —espetó Abby luego de quitar la mano de Leighton de su boca para hablar—. Aydee esta de esta manera por tu culpa —dijo hacia él esta vez.

Levanner frunció el ceño.

Entendía que fue por su culpa, conociéndola, su indiferencia le hizo daño, seguro pensó que este era el final. Debió de hablar con ella, decirle lo que en realidad pasaba por su mente en vez de dejarla así sin más. Era un imbécil. Sin embargo, había algo que Levanner sentía que había pasado además de su indiferencia.

La vista de Levanner fue hacia donde estaban sus padres sentados uno al lado del otro. Su padre tenía a su madre abrazada y esta tenía la cara oculta en su pecho. Cuando le vio la cara antes, había notado que su madre estaba llorando.

¿Por qué estaban ellos allí? ¿Por qué estaba su madre allí? ¿Por qué diablos estaba llorando?

Levanner frunció el ceño.

Sabía que su madre no estaba a gusto con Aydee siendo su pareja, estaba renuente a su decisión y trataba de meterle entre ceja y ceja que sus bebes no pertenecían a Levanner. Sus palabras hicieron que dudara hasta que supo el secreto de Valerian, pero lo que quería decir, es que, no entendía como su madre podía estar allí llorando por esta cuando no soportaba a Aydee.

👼🏻 Compartiendo Un Regalo 🎁 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora