Capitulo 1

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*—Aydee:

Se sentía tan sola.

Una suave sonrisa se asomó en sus generosos labios tintados en rojo.

Estaba sola en un lugar que estaba lleno de personas, pero, aun así, la soledad la abarcaba. Tenía familiares y amigos con los que contar, sin embargo, el vacío que sentía no se debía a estos, era por otra razón y la verdad era que odiaba sentirse de esa manera.

Fijó la vista en el trago que estaba sobre la barra de aquel bar en donde pasaba la noche. Este comenzaba a calentarse mientras seguía pensando fuertemente sobre su soledad.

Una carcajada salió de sus labios al recordar porque se sentía de aquella manera.

Su vida era algo patética.

Esta era una de las razones por la cual se sentía tan sola y triste, pero la principal razón que, de tan solo recordarla, le daban ganas de echarse a reír. Era la típica historia de su novio traicionándola con otra mujer.

¡Qué cliché! Era algo tan normal en la vida cotidiana. Últimamente nadie se conformaba con su pareja y la mayor parte del tiempo tendían a buscar otra. Ella había sido una de las muchas traicionadas. ¡Qué triste!

Aydee Park soltó un pesado suspiro mientras pasaba la mirada por el pequeño bar, el cual estaba atiborrado de gente que quería disfrutar de su vida, beber sin pensar y también olvidar los malos ratos. Ella se acataba a la última opción. Había venido para tomar un poco sin compañía de nadie, pero aquel lugar no era uno de los que frecuentaba con sus amigos, no obstante, sentía que tenía que apartarse de estos para poder pensar con tranquilidad y era por eso que lo había escogido dicho bar.

Miró su vaso con whisky a las rocas que estaba en la barra. Extendió una mano hacia este y apuró el trago, haciendo que este hiciera arder su garganta. Cuando volvió a dejarlo sobre la superficie, se dijo que iba a necesitar otro más para ayudarle a aliviar el dolor.

Se estaba dando cuenta de que su vida no era tan genial como algunos quizás la veían.

Tenía 28 años y se suponía que estaba en el mejor momento de su vida. Se había graduado de la universidad hace tres años, tenía un trabajo estable, un apartamento cómodo y un auto fantástico, pero carecía de lo que más anhelaba, amor de pareja.

Cuando conoció a Sebastián Harrington, en su último año de la universidad, creía que este iba a ser el amor de su vida. Pensó en que algún día se casarían, que tendrían una hermosa casa en un bonito lugar, algunos hijos y mascotas, y otras cosas que algunas personas anhelaban cuando encontraban pareja. Se rió por lo que había estado pensando antes. Había creído muchas cosas, pero quizás este nunca lo vio de esa manera. Su castillo mágico se desplomó del aire.

No tenía mucha suerte en el amor, comenzaba a darse cuenta que era así.

Recordó su primer amor. Este había sido desastroso porque Aydee se había dado cuenta que no podía sentir amor por aquella persona. También se fijó que nunca iba a tener una oportunidad con este y pensó que lo mejor era olvidarse de ello buscando a otra persona.

Funcionó por un tiempo.

Aydee había creído que lo había olvidado del todo, pero ahora que Sebastián no estaba a su lado, sus viejos sentimientos comenzaban a florecer una vez más y la soledad que había sentido antes, volvía a hacer huésped de ella.

Odiaba esto.

Llamó al barman con la mano y pidió lo mismo de antes. Necesitaba estar bajo los efectos del alcohol rápido. Quería olvidar el mal rato que había estado pasando desde que se fijó que su vida amorosa era muy patética y que no estaba hecha para el amor.

👼🏻 Compartiendo Un Regalo 🎁 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora