• Prólogo •

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No quería traicionar.

No quería morir.

No quería estar en aquel lugar con esa cosa.

No lo deseaba. Fue un engaño de aquella entidad que alguna vez tuvo un cuerpo humano.
Ahora deberá esperar a que alguien sea su salvador... Pero... Eso implicaría liberar a aquella pesadilla que nunca debió existir...

Todos tienen una historia...

Y estos no son la excepción.

Tiempo atrás...

Era solamente un habitante más Isla Calabera. Su vida estaba hecha, una pareja espectacular, amigos, una casa, todo.

Pero... Todo cambio ese día...

Era parte de los piratas solían viajar cierto tiempo para encontrar nuevas islas, nuevos vecinos, cada quien se dividía para ir a una dirección. Solían ir 3 en cada barco.

Todos los piratas solían tener su propia isla, de pequeños se les solía enseñar todo lo que tenían que saber de los mares. Las leyendas eran lo que los asustaba. El problema era que no todos se sentían seguros de salir de la isla.

Eran felices en su isla. Y por eso no solía haber muchos piratas.

Ese día todo era normal, pero sin previo aviso empezaron a ver lo que parecía ser neblina.

Ninguno de los tres queria entrar, por las leyendas que existían.

Iban a regresar por dónde habían venido pero algo se los impidió.

Empezaron a ser atacados por esqueletos piratas.
Una lucha empezó, pero tenían desventajas, no sabían que existían esos monstruos.

Uno de ellos era el más hábil por lo que lo le fue difícil de terminar con aquellos seres. Pero... Se cuando giro sus compañeros ya no estaban.

En su lugar había una cosa viscosa.
Unos gritos llamaron su atención provenían de lo que sea que estuviera del otro lado de la neblina.

Dudo mucho en entrar pero los gritos eran más fuertes, sin más decidió entrar.

¿El problema?

Todo aquello era una ilusión. Sus compañeros yacían inconscientes en el suelo. Pero no por mucho, despertaron en el momento en el que el tercer pirata salto del barco.

Así que se levantaron lo más rápido y siguieron los pasos del tercer pirata. Trataban de llamar su atención pero parecía estar bajo un hechizo, no respondía, no hacia nada más que agarrar su espada.

Al tirarse hacia abajo notaron que estaban a la orilla de una isla, por eso les fue fácil llegar a a la arena.
La isla estaba repleta de neblina, los gritos se escuchaban más leves pero los seguía escuchando al menos para el tercer pirata.

Siguiendo los gritos en el caso de los otros dos al tercer pirata llegaron a una cueva, entraron lentamente con su espada en mano.
No se escuchaba nada más que leves quejidos, estos ya lo escuchaban los otros dos.
Pronto cesaron, eso causo un escalofrío por sus espalda.

De pronto una risa inundó el lugar.

Caiste en la trampasin más... Oscuridad total...

✳️~~~☠️~~~✳️

Uno de ellos despertó en el hospital de Isla Calabera.

¿Que había pasado después de eso?

No lo sabían, pronto entraron tres personas a su habitación, el “jefe” de la isla por así decirlo, un oficial de ese entonces y su compañero.

> Una Leyenda De Piratas <Donde viven las historias. Descúbrelo ahora