La luz los cegó, cuando los volvieron a abrir se encontraba en Isla Calabera, unos días después de lo ocurrido, Isla Calabera estaba siendo reconstruida, varios edificios quemados, destruidos, varias personas heridas... Ningún pueblerino se había dado cuenta de que estaban ahí, era como si todo este tiempo hubieran estado ahí...
— ¿Por qué nos trajiste aquí? —pregunto Victoria sintiéndose extremadamente extrañada mirando a su alrededor.
— Porque está es la solución —busco la campana que utilizaban para llamar a una junta a todos los pueblerinos, aunque en la actualidad se avisaba con anticipación las juntas, sabía que antes existía una campana que usaban para que el pueblo se reuniera.
Cuando la encontró miro a los demás, tomo a Victoria y Erika, y las oculto detrás de el y sus compañeros agarró la campana y la toco, inmediatamente todos se reunieron sin saber que pasaba y sin saber exactamente quienes eran ellos...
Cuando todos estuvieron reunidos hubo silencio, Vegetta estaba nervioso, otras personas... Otro tiempo, nada igual a lo que el conocía, busco con la mirada a Óscar, cuando lo miro este demostraba curiosidad, estaba cambiando la historia pero era necesario y después miro a su tatarabuelo, este también miraba con curiosidad.— Se que no me conocen —empezo a hablar—. Pero... Esto es algo de suma importancia... Sabes quién fue la causante de todo... ¿No? —todos asintieron mirando hacia otro lado que no fuera a sus ojos—. ¿Nadie se pregunto el por qué lo hizo?
Todos se miraron con miradas de curiosidad, Victoria siempre fue dulce, amable, era como un rayo de sol, Vegetta rio levemente con tristeza al ver que habían olvidado a Erika.
— ¿Les suena el nombre de Erika?
Todos se miraron y los mayores asintieron, Oscar demostró un poco de nervios que nadie noto a excepción de ellos, Vegetta suspiro y lo miro con la mirada más dura que podía poner.
— ¿Te suena el nombre... Oscar? —pregunto mientras lo miraba.
— Si, fue mi compañera años atrás, pero desapareció y días después la encontraron muerta, al parecer se suicidó —contesto con la voz temblorosa, Vegetta rio y miro atrás, Erika lo miraba, este ladeo la cabeza en señal de que saliera junto a Victoria.
Ambas con dudas se dejaron ver, Erika tenía lágrimas en los ojos, tenía... Miedo... Cuando la vieron los mayores todos se sorprendieron, los más jóvenes no entendían nada de lo que pasaba, pues no conocían la historia...
— ¿Me suicide? —pregunto con dolor en su voz.
— ¿C-como? —miro a su hija, está también tenía lágrimas en los ojos, este como un padre sintió alivio al ver a su hija bien, pero... Ella no lo miraba igual—. Victoria alejate de ella, e-ella está muerta.
— No papá, lo sé todo... —le contesto.
— Contestame Oscar, ¿Me suicide? —volvio a preguntar Erika mientras se acercaba a el.
— ¡¡No!! Alejate demonio, tu no puedes estar aquí —empezaba a entrar en pánico, estaba retrocediendo mientras Erika se seguía acercando—. ¡¡Tu no puedes estar viva porque yo te mate!!
En ese momento tropezó y cayó al piso, todos se sorprendieron con lo dicho, todos empezaron a murmurar, “¿Cómo pudiste?” “¿A este hombre le admiramos? “¡Alejense de el!” eran algunas frases que se empezaban a oír.
Oscar no hacía caso, pues perdió la última cordura que le quedaba en su ser, pensaba que lo que veía era una ilusión... Que no era real...

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> Una Leyenda De Piratas <
AventuraUn engaño que sucedió años atrás desencadenaron una pequeña guerra entre las personas. Los dioses lograron traer la paz de nuevo. Y a los culpables encerraron en un lugar que ningún ser humano había pisado... Años después. Una serie de mentiras h...