> Una Leyenda De Piratas <

~ Llave y robo ~

Vegetta había terminado gran parte de su mansión en solamente algunos días. Estaba admirando su obra maestra.

— ¡Vegetta! —el nombrado miro a todo lados asustado—. Vegetta.

Se dió cuenta de que le hablaban por el audífono que tenían siempre en su oído, este les ayudaba a comunicarse en las misiones o cundo exploraban.

— Dios Santo Aroia, casi me matas del susto —se escucho la risa del otro lado, Vegetta rio de igual manera.

— Pero Vegetita, ¿Cómo has estado? —Vegetta saco unos bloques para terminar lo que le faltaba.

— La verdad bien y muy cansado porque esto no me queda simétrico —lo había estado intentando por mucho rato—. Las escaleras es lo que más me molesta.

— Esas siempre han sido tus enemigas Vegetita, voy para tu isla a ayudarte —agarro su bote y empezó a navegar en dirección a la isla de su amigo.

— Gracias, me serías de gran ayuda —suspiro cansado, el techo no le quedaba simétrico.

Después de unos minutos se amiga Aroia llegó y sin querer exploto con una mina.
Vegetta giro rápidamente hacia su dirección, sin poder contenerse empezó a reír.

— ¡Gracias Aroia! Me has salvado de una de las tantas minas que me han puesto —Aroia estaba navegando mientras reír junto a Vegetta, tenía una suerte que hasta ella misma flipaba.

— Valla suerte que tengo —llego de nuevo a la isla, estaba vez revisaba los bloques en los que iba a pisar, al final llegó sana y salva a dónde estaba Vegetta, bueno enfrente de su mansión y efectivamente no era simétrico—. Tienes que quitar un bloque de tu izquierda y volver a hacer esa parte del techo.

Vegetta analizo lo que le había dicho, después de unos segundos hizo caso a las instrucciones de su amiga […]

— ¡Uff! Por fin acabamos —ambos estaban cansados.

Habían estado casi tres horas tratando de que el techo quedará simétrico, al final lo lograron, Vegetta había invitado a Aroia para quedarse a comer.
La comida estaba lista pero estaba en la casa provisional.

Así que ambos se dirigieron ahí, Vegetta le tenía confianza a Aroia así que la dejo pasar a su zona de cofres, está le ayudo a Vegetta a llevar su comida a la mesa que había en la mansión.

Cuando llegaron Vegetta fue a la chimenea para encenderla, mientras Aroia se acomodaba en la mesa, ahí hubo algo que le llamo la atención, ahí había una llave, la agarro con cuidado y la miro.

— ¿Para que está llave? ¿Es de tu casa? —Vegetta se sentó y miro la llave que tenía Aroia en su mano.

— No lo sé, la encontré entre tantas monedas en una zona de dragones.

Flashback...

Después de la misión de Merlón de matar a algunos jefes y una araña mutante mágica los dioses les permitieron viajar a otras tierras lejanas.
Al inicio pensaron que podrían ir gratis pero se llevaron la sorpresa que por cada vez que fueran tenían que comprar con una moneda de oro un pergamino que les permitiría teletrasportarse.

Así que pagaron los que hicieron la misión y viajaron a esas nuevas tierras, había barcos con calamares, esqueletos piratas, barcos fantasmas, nuevas criaturas, nuevos biomas, flores, árboles, minerales, animales y enemigos nuevos.