• Una realidad cruel 2/2 •

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Bueno... Yo...

Flashback...

Victoria era una pueblerina con el pelo castaño oscuro, sus ojos eran color azul marino, todos en el pueblo la admiraban por querer seguir los pasos de su padre, el mayor héroe de Isla Calabera.

Su padre la apoyaba, aunque en parte le daba recuerdos amargos, estaba feliz de que la historia de Erika hubiera quedado en el olvido, bueno, la mayoría.

Su hija formaba parte de la siguiente generación de piratas, la ceremonia había sido hace unos meses atrás.
Oscar estaba feliz ya que si hija había cumplido su sueño, sabía que el pronto moriría así que ese día se quedó en su casa, ya era viejo, los dioses le habían quitado al.igual que sus compañeros la capacidad de revivir.

Mientras se encontraba en la cocina observo una sombra de reojo, giro al pensar que era su esposa que había llegado del mercado pero no era así, más bien era una masa de humo color naranja, lo único que logró distinguir fueron sus ojos.

Que tal... Oscar —esa voz, la reconocía—. Tanto tiempo... Y estoy aquí para cumplir con mi venganza.

¿C-como es que e-estas aquí? —su expresión demostraba terror.

Ya vez cuando se jura algo la muerte no es un impedimento para cumplir —aunque Oscar no viera sus labios podía jurar que estaba sonriendo—. Y la empezaré por la cosa que más te duele, tu hija.

¡No! ¡Ella no tiene la culpa! ¡Yo soy al que quieres! —se escucho una risa tenebrosa.

¿Por qué crees que lo hago? ¡Me quitaste mi vida! ¡Y lo pagarás con tu hija! —sin más desapareció, Oscar no sabía que hacer, era demaciado viejo para navegar,pero su hija estaba de misión.

Mientras Victoria estaba navegando para encontrar nuevas tierras, los barcos eran grandes, así que podían moverse con facilidad sobre el, ella era la líder en su generación y bueno se lo merecía, tenía todas las cualidades de un líder.

Mientras navegaba sintió un pequeño escalofrío, pues a lo lejos observaron neblina, cuando estaban enfrente todos se miraron, iban a regresar pues las leyendas eran muchas y no todas terminaban en un final feliz.

Antes de dar media vuelta para volver fueron atacados por seres que no sabían que existían, esqueletos piratas, piratas fantasmas, ella era muy astuta así que logró derrotar a la mayoría fácilmente.  Cuando acabo no vio a sus compañeros. 

Se alarmó, se suponía que todos debían de haber estado juntos, mientras los buscaba por todos lados oyó gritos provenientes de la niebla, era los de sus compañeros, agarró su espada y abandono el barco, sus compañeros estaban en peligro y su deber era ayudarlos.

Cuando bajo distinguió que estaban a la orilla de una isla por lo que le fue fácil llegar a la arena, agarraba su espada con fuerza, alerta de todo ruido que pudiera escuchar.
Llegó a una cueva, entro en esa cueva los gritos eran más claros pero ya no se escuchaban como los de sus compañeros.

El piso estaba inundado así que fue sigilosa para no hacer mucho ruido, sintió que alguien le tocaba el hombro, miro a su lado era uno de sus compañeros.

¿Que? —susurro aterrorizada.

De pronto una risa inundó el lugar, ella cerró los ojos al notar una bola de fuego a punto de impactar con ella.
No ocurrió nada, más bien apareció una masa de humo color naranja, sus ojos eran de un color naranja intenso.

> Una Leyenda De Piratas <Donde viven las historias. Descúbrelo ahora