Capítulo 34

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—¿Qué fue eso de tu boggart, Lyra? —quiso saber Blaise cuando salieron de la clase de Lupin y dirigieron al Gran Comedor para almorzar.

—Es que mi mayor miedo es quedarme sola, sin que nadie me haga compañía o que algún día la gente que me conozca se canse de mí —explicó ella aun tensa.

—Nunca vamos a cansar de ti —dijo Theo mirándola como si estuviera loca.

—Me sorprende, pareces tan segura de ti misma —comentó Draco.

Pero Lyra no prefirió no hablarlo más. Quizá esa era la idea: que nadie viera su lado sensible, vulnerable.

Después del almuerzo. La lluvia del día anterior había terminado; el cielo era de un gris pálido, y la hierba estaba mullida y húmeda bajo sus pies cuando se pusieron en camino hacia su primera clase de Cuidado de Criaturas Mágicas.

Hagrid aguardaba a sus alumnos en la puerta de la cabaña. Estaba impaciente por empezar; cubierto con su abrigo de ratina, y con Fang, el perro jabalinero, a sus pies.

—¡Acercaos todos a la cerca! —gritó—. Aseguraos de que tenéis buena visión. Lo primero que tenéis que hacer es abrir los libros.

—¿Escuchaste, Harry? —preguntó Lyra con diversión—. Buena visión.

—¿De que modo? —preguntó Draco.

—¿Qué? —preguntó Hagrid.

—¿De que modo abrimos los libros? —repitió Draco y sacó el libro que había atado con una cuerda.

—¿Nadie ha sido capaz de abrir el libro? —preguntó Hagrid decepcionado.

La clase se negaron.

—Tenéis que acariciarlo —dijo Hagrid, como si fuera lo más obvio del mundo—. Mirad...

Cogió el libro de Hermione y desprendió el cello mágico que lo sujetaba. El libro intentó morderse, pero Hagrid le pasó por el lomo su enorme dedo índice, y el libro se abrió.

—¡Que tontos hemos sido todos! —dijo Draco—. ¡Teníamos que acariciarlo! ¿Cómo no sé nos ocurrió?

—Yo... yo pensé que os haría gracia —le dijo Hagrid a Hermione dubitativo.

—¡Ah, que gracia nos hace...! —dijo Draco—. ¡Realmente ingenioso, hacernos comprar libros que quieren comernos las manos!

—Cierra la boca, Malfoy —le dijo Harry en voz baja.

—Bien, pues —dijo Hagrid—. Así que tenéis los libros... y... y ahora os hacen falta las criaturas mágicas. Sí, así que iré a por ellas. Esperad un momento...

GREEN EYES | D.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora