Lyra Potter era la definición de hermosa, bromista y princesa de Slytherin. A diferencia de su mellizo Harry, ella no tenía una cicatriz en forma de rayo y lo más importante es que no siguió con la tradición de los Potter.
Pese a que sabía a la perf...
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A la mañana siguiente Lyra se levantó con tanto entusiasmo que se le olvidó irse a desayunar y se largó al salón para comprobar cuántos regalos recibió este año.
Lyra cogió un paquete un poco grande. Estaba envuelto en papel de embalar y tenía escrito: «Para, Lyra, de Hagrid». Contenía una flauta de madera, toscamente trabajada. Era evidente que la había hecho él mismo. Lyra sopló y la flauta emitió un sonido parecido al canto de la lechuza.
El siguiente regalo era un jersey tejido a mano, grueso y de color verde esmeralda, y una gran caja de dulce de azúcar casero. Lyra entendió que le mandó la señora Weasley por lo que supuso que Fred y George les habló de ella.
El siguiente regalo era un cuaderno de dibujos, de parte de Theo.
Por otro lado Draco le envió un collar de plata con la letra inicial «L» y Blaise regaló unas ranas de chocolate.
—Estoy muy feliz, papá —dijo Lyra de repente.
—Lo sé, mereces esto y mucho más —dijo James y la abrazó—. Tu madre estaría muy orgullosa de ti.
Las vacaciones terminaron para la desgracia de todos y de nuevo volvieron a la normalidad. Lyra se preguntó si Harry y sus amigos por fin encontraron alguna información relacionado con Nicholas Flamel, pues no recibió ni una sola carta para contárselo.
Sin embargo, el día del partido de Gryffindor contra Hufflepuff Draco insistió a Lyra que asistiera antes de que pudiera preparar una broma a cualquier de los profesores o en la sala común.
—Pero yo quería reírme un rato, Draco —se quejó Lyra mientras caminaba junto él, Crabbe y Goyle.
—¿Acaso se te olvidó que Peeves sería capaz de delatarte? —preguntó Draco con obviedad.
Lyra se llevó su mano a la frente.
—Pues le voy a chantajear y ya. Por cierto, ¿qué hacemos por aquí? Ah, no, no me metas en tus tonterías con los amigos de Harry.
Dicho esto, Lyra se alejó de Draco, Crabbe y Goyle bastante indignada. No quería que los amigos de Harry pensarán mal de ella por el simple hecho de que presenciaba los insultos de Draco.
Mientras observaba el partido con aburrimiento, a pocas distancias oyó a Neville decir algo a Draco:
