One-shots de Kingdom Hearts [Posibles fanfics]

[One-shot: Naminé] Dibujando tu amor.

[ACLARACIÓN: ESTE ES UN ONE-SHOT GIRLXGIRL]

Llevaba un año trabajando como guarda-espaldas de la Organización XIII y medio como vigilante de Naminé. Era un trabajo sencillo que podía complementar con mi entrenamiento.

Esa mañana, como todas las demás, me tocaba revisar cómo estaba Naminé. Dado que Marluxia me había pedido expresamente que vigilara muy de cerca a la chica, solía ir a verla una hora por la mañana, dos horas por la tarde y otra hora más por la noche. La constante constancia de vernos tan seguido fue haciendo que nos volviéramos "amigas".

-Buenos días, Naminé -la saludé como cada mañana-. ¿Ya estás dibujando, desde tan temprano? -le pregunté mirando por encima de su hombro para poder ver qué estaba dibujando.

Naminé asintió con la cabeza.

-Estoy dibujando una playa -respondió ella, al ver mi curiosidad por su dibujo. 

-Ya veo, te está quedando muy bonita -la elogié.

-Gracias -dijo ella muy contenta.

Me senté a su lado.

-¿Te gustaría ir a la playa algún día? -le pregunté.

Naminé me miró sorprendida y al instante afirmó con la cabeza.

-¡Sí, me encantaría! -exclamó ella-. ¿Es eso posible? Salir del castillo, me refiero... 

-Bueno, voy a intentar convencer a Marluxia para que nos dé permiso para ir este verano a la playa; por desgracia no puedo asegurarte nada, pero quiero que sepas que lo voy a intentar -la avisé. 

-No te preocupes, independientemente de lo que Marluxia diga, estaré agradecida contigo por intentarlo -dijo ella con su dulce voz-. La intención es lo que cuenta.

La cogí de la mano durante unos instantes y la sonreí, antes de volver a ponerme de pie. 

-Hoy no me puedo quedar mucho tiempo más, pero esta tarde como siempre nos volveremos a ver. 

Naminé asintió con la cabeza.

-No te preocupes, ve -me dijo ella.

Salí del cuarto de Naminé para reunirme con Marluxia, dado que tenía una reunión con él concertada desde ayer. Al llegar a la sala donde estaba Marluxia, él estaba parado mirando a través de la ventana y al oirme entrar, se giró en mi dirección.

-Bueno, dime, Marluxia, ¿de qué querías hablar conmigo? -le pregunté de manera directa.

-Es sobre Naminé -respondió él-. ¿Cómo está progresando? 

-Ella va bien -respondí-. Es una joven con unas capacidades increíbles y será muy poderosa cuando consiga dominarlas. 

Marluxia se vio algo contrariado.

-Necesitamos que ella descubra su pleno potencial cuanto antes, pero al mismo tiempo necesitamos asegurarnos de que nunca las utilizará en nuestra contra, como bien entenderás.

-Ella nunca nos haría daño -la defendí. 

-Eso nunca se sabe, ______ -me dijo Marluxia escondiendo las manos por detrás de él, en su espalda.

-¿Y que propones entonces? -le pregunté extrañada.

-Bueno, tal vez deberíamos despertar su... poder oscuro... -sugirió él-. Así sabríamos que nunca nos traicionaría.

-No podemos hacer eso, aún tiene mucho que aprender. De hecho iba a pedirte que me dieras permiso para llevar a Naminé a la playa y así desconectar por unos días. Creo que lo ha estado haciendo muy bien y necesita una recompensa.