Noona| kth.✓

tres

Kim TaeHyung.

Con nervios pasé saliva, la mirada de mi mejor amiga estaba en mi rostro que prendía color rojo por la vergüenza.

⎯ TaeHyu...-

⎯ Cállate, Mackenzie. Solo cállate.

Sentía mis mejillas calientes y lo más seguro es que estén rojas como tomates, por dentro rezaba que Mackenzie no se de cuenta de ello, y también que deje el tema de mi erección de lado.

⎯ Pero...⎯ intentó volver a hablar pero la callé rápidamente con mi boca sobre sus esponjosos labios.

⎯ Cállate si no quieres que te bese ahora mismo, Mackenzie Cloett.⎯ la miré con seriedad y por primera vez hizo lo que le pedí.

Wow, la llamé por el nombre completo.

Sin dudas mañana tendré un regalito no muy lindo por eso.

Sentí que la pelinegra se alejó un poco de mí pero no soltó el abrazo, suspiré algo incómodo por como estaba, pero aún así acaricié suavemente la espalda de ella. Soltó un bostezo y acomodó la cabeza sobre mi pecho.

Ahora a esperar hasta mañana, no queda de otra.

Cerré los ojos y respiré con tranquilidad, imaginando que estaba solo en casa o directamente no se me había parado el pene.

Diez minutos, veinte, una hora.

Según mi reloj mental pasó aproximadamente una hora en la que estaba intentando dormirme, ya hice todo lo que podía hacer; contar ovejas, pensar mi futuro, imaginar que estoy en una discusión y mis argumentos son perfectamente planeados.

Hasta memoricé un capítulo entero de los Backyardigans.

Mackenzie se movió para el otro lado dándome la espalda, miré curioso la misma que cubría la camiseta del individuo extraño. 

De por sí mi mejor amiga roba ropa de cualquier persona cercana a ella; mía, de sus amigos, hasta de mi madre. Pero siempre termina diciéndome de quién era cada prenda, y ahora ni me contó.

Lo cual me pone celoso, siempre lo he sido pero no tanto, según ella JungKook es mucho más celopata que yo, pero aún así mis celos permanecen. Que hablando de ese pelinegro, ¿Será de él la camiseta?

Me junté muchas veces con JungKook, hasta podría decir que es mi amigo, salimos con Mackie noona o hasta nosotros dos solos para hablar o comer en el centro. Es extraña nuestra amistad, si bien tenemos confianza para tirarnos eructos frente al otro, no tenemos la confianza para contarnos algún problema o cosas así.

Según sé, fue novio de Mackenzie por un año entero, terminaron por...la verdad que no sé por qué terminaron si las cosas iban bien, y hasta ahora siguen compartiendo besos, y seguramente llevan más allá las cosas que un simple beso. Pero ahora son algo así como ex's con derechos, o amigos con derecho a roce, no lo sé.

Y pensar en él solo me hace recordar la imaginación sexual que tuve hace rato, cuando lo que más quería era olvidarla, y si no queda de otra tendré que dormirme a la fuerza.

(...)

Desperté al no sentir a Mackenzie en la cama, abrí los ojos y me estiré para después ver la hora en el pequeño reloj de cerdito que tiene mi mejor amiga en la mesita de luz.

Las 14:30 de la tarde.

Anoche me dormí a eso de las cinco de la mañana, ahora entiendo porque dormí tanto. Y si era por mí quería seguir durmiendo, pero mi curiosidad por saber dónde estaba Mackenzie era mucho más grande.