Hoy es mi cumpleaños. Lamentablemente ninguno de mis amigos pudo venir a verme. Todos estaban ocupados con sus vidas, ya sea que tenían que trabajar, cuidar a sus pequeños hijos o cualquier otra cosa.
Me sentí mal, ya que había preparado una gran torta para todos mis invitados, y por supuesto, mucha comida. Me esforcé en poder cocinar yo mismo la comida, y, aunque no soy un experto en ello, considero que quedo bastante decente.
Me senté en mi sillón y encendí el televisor mientras comía lo que había preparado. Cuando de repente suena mi celular.
Era una llamada de un número desconocido. Se me hizo raro, pensé en si contestar o no, pero contesté. Pensé que era alguna persona equivocándose de número o alguien jugandome una broma, pero cuando escuché su voz… me quedé completamente congelado.- Que los cumplas feliz. Que los cumplas feliz. Que los cumplas, que los cumplas, que los cumplas feliz.
Feliz cumpleaños hijo, no sabes cuánto te quiero y te extraño. Me hubiera gustado estar allí contigo. Pero te espero muy pronto por aquí, te estaré esperando. Te ama, mamá.
Me quedé helado. ¿Cómo era esto posible? Ella murió hace unos meses.