Adoro las nanas que me canta mi padre cada noche, antes de dormir. Su voz suena fenomenal gracias al eco en las paredes de madera. Mi madre, sin embargo, dice que no son horas de ir al cementerio.
Nanas
Adoro las nanas que me canta mi padre cada noche, antes de dormir. Su voz suena fenomenal gracias al eco en las paredes de madera. Mi madre, sin embargo, dice que no son horas de ir al cementerio.