Capítulo 7: Una nueva amistad.

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Cassandra acostó a Opal, normalmente la niña exigía alguna historia o solo hablar un poco antes de dormir, pero aquella noche apenas puso su cabeza en la almohada Morfeo se la llevo en un tranquilo sueño. No era para menos se dijo la mujer internamente, después del incidente con Strom, Eugene y Varian, la niña no se había despegado de este último y disfrutaba llamarlo papá en cada oportunidad que podía, solo agradeció que estuvieran en el laboratorio todo el día, aún no había hablado con Rapunzel, ni Eugene sobre el asunto.

La capitana salió de la habitación y camino hacia el laboratorio, toco la puerta y nadie respondió, así que entro y vio todo sumida en completa oscuridad. Lo pensó un par de segundos antes de dirigirse a la habitación del alquimista, pero debían hablar lo antes posible, no se sentía bien que Rapunzel se enterara del origen de su hija por escucharle decirle papá a Varian de la nada. Así que dejo escapar un pequeño gruñido y se dirigió a su puerta y la toco suavemente.

- No me digas, Eugene que rompiste... Oh, eres tú. – Varian no esperaba verla, pensaba que se trataba de su amigo, así que abrió la puerta a pesar de estar con la camisa abierta y descalzo.

- Lo siento, ¿Interrumpo algo? – Preguntó Cassandra intentando guardar la compostura. Aquel torso le traían recuerdos que debía alejar rápidamente de su mente... - Si quieres puedo esperar afuera un poco.

Por Dios podía ver a Strom en la misma situación y no sentir nada a pesar de sus hombros anchos, músculos trabajados cual Dios guerrero y de aquel fino bello en su pecho que le recordaba a un águila en vuelo. Pero Varian a pesar de y de ser tan delgado como en su juventud, con unos finos músculos apenas perceptibles y aquel pecho lampiño donde el único bello que tenía era el que bajaba desde su ombligo y se perdía en el borde de sus pantalones le hacía... Bueno le producía cosas en la que nos debía pensar.

- No, adelante pasa. Sé que trata de Opal. – Acepto dando un paso hacia el lado para que pudiera pasar.

Cassandra camino un poco insegura y se colocó cerca de la ventana entre abierta, necesitaba un poco de aire fresco y estar lo más lejos posible de él.

- Necesitamos hablar con Rapunzel y Eugene sobre Opal. – Comenzó la capitana. – Lo antes posible.

- Si quieres podemos ir ahora mismo. Eugene está en la mitad de su tratamiento anti-edad y Arianna no se duerme hasta en un par de horas. – Ofreció Varian mientras se volvía a abrochar la camisa, se sentía nervioso estar a medio vestir a solas con Cassandra.

Ella asintió mientras aparentaba curiosidad por la vista de la ventana. ¿Qué diablos tenía ese hombre que la ponía así? Había estado rodeada de hombres que irradiaban masculinidad con sus cuerpos trabajados y curtidos, pero aquel alquimista flacucho y de tiernos ojos azules la superaba.

- ¿Vienes? – La sacó de sus pensamientos.

Cuando entraran a la habitación real vieron a Eugene con una mascarilla verde y unas rodajas de pepino sobre los ojos, y a Rapunzel intentado hacer dormir a Arianna. Era extraño interrumpir aquel momento tan íntimo de la pareja. Hacía años que no estaban todos juntos.

- ¿Pasa algo? – Pregunto Rapunzel preocupada.

- Se trata sobre padre de Opal. – Comenzó directa Cassandra. Había repasado mil veces las palabras en su mente.

- ¿Al fin revelaras el gran misterio? – Pregunto interesado Eugene mientras se incorporaba y se comía una de las rodajas sobre sus ojos. – No puedo esperar a saber quién es el hombre víbora te pudo suportar lo suficiente para enamorarse de ti.

- Eugene, ese "hombre víbora" soy yo. – Respondió Varian un poco molesto con su amigo.

Los reyes se miraron por unos segundos intentado entender. Claro, habían notado que Opal tenía un color de ojos muy similar al de su amigo y que la niña tenía un interés muy grande por la alquimia, pero jamás pensaron que efectivamente era su progenitor, Cassandra siempre trato a Varian como un niño y que el sentía algo por ella y pensaron que por eso se habían enojado entre si hace años atrás... No lo que paso entre ambos y dio como producto a Opal.

La hija de CassandraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora