La hija de Cassandra

Capítulo 8: Visitando al abuelo.

Strom se fue después de una semana en el reino de Corona dejando un millar de mujeres llorando su partida, de igual manera niños un poco triste, aunque les regalo una daga, sin filo esta vez, a ambos como recuerdo. Por otro lado, Eugene estaba feliz de la ida del extranjero.

Varian se había estado intercambiando cartas con su padre, diciéndole que sus sospechas eran correctas y que efectivamente Opal era su hija, y como era de esperar Quirin comenzó a insistirle a su hijo que la fuera a visitarlo junto a la pequeña para conocerse como debían.

- Solo iremos por un día a Viejo Corona con Opal, en la noche estaremos de vuelta. – Termino de explicarle a Cassandra su plan para ir a ver a su padre.

- No me gusta que Opal se vaya muy lejos sin mí. La última vez casi los atacan.

- No perderé las armas como Edmund, llevare mis esferas en caso de emergencia, además iremos con Max. – La intento tranquilizar. – Nada malo va a pasar.

- Tengo que pensarlo un poco. – Insistió la mujer.

- ¿Y si vas con nosotros? – Ofreció la pequeña con inocencia. – Seria nuestro primer viaje en familia. Sera muy divertido, así nos puedes cuidar.

- Me gustaría, pero tengo que trabajar. – Respondió Cassandra.

- El abuelo se puede encargar de todo por un día, ya le pregunté y dijo que se sentía más seguro su nos acompañabas, mamá. – Respondió muy satisfecha.

- ¿Cómo sabias de esto? – Pregunto Varian, solo ayer había llegado la carta y la había leído cuando estaba solo.

- Es que... Dejaste la carta en el escritorio y la leí. – Respondió un poco avergonzada. – Perdón, papá.

- ¿Sabes leer? – Preguntaron ambos padres al unísono.

- Un poco, solo algunas palabras fáciles. Me costó entender la carta, pero descifre lo de viajar donde el abuelo.

Varian y Cassandra se miraron, ninguno le había enseñado a leer, era muy pequeña entonces como...

- ¿Por eso me pedias que te leyera todas las etiquetas de mis frascos? – Pregunto Varian descifrando lo ocurrido.

La niña asintió.

- Me hacía leer las etiquetas despacio, repitiendo algunas letras y combinaciones de estas, simplemente comenzó a descifrar la escritura. – Le explico a Cassandra que seguía sin entender. – Me hacía leer A- Ce- I-Te lento y marcando cada parte de la palabra, así descubrió como sonaba la A, la C con la I y las demás letras.

- ¿Si querías aprender a leer porque no nos dijiste? – Pregunto Cassandra.

- Pensé que todos lo aprendían así. – Respondió la niña con simpleza encogiéndose de hombros. - ¿Entonces nos vas a acompañar, mamá? – Volvió a preguntar poniendo ojitos de cachorro.

- Esta bien, hablare con mi padre de igual manera. – Acepto. – Ahora ve a jugar con Flynn.

Opal asintió y salió corriendo el laboratorio con el pobre de Ruddiger entre sus brazos.

- ¿Qué opinas de su forma de aprender a leer? – Le pregunto Cassandra a Varian cuando ya estaban solos.

- Es ingeniosa, pero... - Se quedó pensándolo un poco. – Creo que Opal es demasiado inteligente, yo aprendí a leer a los 5 y fue porque mi papá me enseño con mucha paciencia, la forma que hizo ella es... Complicada.

- Yo aprendí a los 7 y fue porque mi padre me obligo, hasta le pago a una institutriz que me tenía horas sentada hasta que lograba pronunciar las palabras. – Recordó Cassandra un poco avergonzada. – Bueno, al menos uno de los 2 será es lo suficientemente listo para entenderla a medida que crece.