UN CLICHÉ MÁS ENTRE TÚ Y YO | STEVE HARRINGTON | Stranger Things

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CAPÍTULO 23

𝑁𝐴𝑁𝐶𝑌  𝑊𝐻𝐸𝐸𝐿𝐸𝑅

Nancy había tenido una discusión con Steve aquella noche y comenzaba a dudar de su relación. Estaban tan bien los dos juntos hasta que llegó ella... esa chica, Ray Henderson había vuelto a aparecer en los pasillos. Nancy Wheeler la odiaba tanto, la detestaba y por el simple hecho de que ella podía causar una impresión que claramente ella nunca podría, incluso ganándose la atención de Steve sin siquiera hacer un esfuerzo. 

Y ahora no podía dejar de pensar en Ray, en las ganas que tenía por arrancarle cada mechón de aquella cabeza y dejarla calva. Sin embargo, la muchacha estaba segura de que si lo hacía, de igual manera, Steve le pondría mucha más atención a Ray que a ella misma, quien se suponía ser su novia, su pareja... 

Estaba teniendo un ataque de celos, es verdad... pero no podía evitarlo, le era imposible no verlos reír juntos, hablar con aquella química que a kilómetros podía verse, y eso lo envidiaba demasiado como para no demostrarlo con su enojo. 

Nancy estaba más que segura de que jamás estaría a la altura de Ray, porque no tenía su carácter, no tenía su valentía, su seguridad... Ray le contestaba a Steve como si fuese un pedazo de mierda y si... quizá a veces lo era, pero Nancy jamás se hubiese atrevido a tal cosa, y eso es lo que las diferenciaba principalmente. 

Así que la única manera que tendría de "ganarle" era quitándola del medio, solo que todavía no sabía como. 

Ahora solo quería volver y dormir en su cama. Entró a hurtadillas por la puerta de su casa donde las luces se encontraban apagadas, así que con confianza cerró la puerta y caminó hacia la escalera, pero alguien la sorprendió en mitad de la oscuridad. 

La luz de entrada se encendió y su madre en bata la tomó por sorpresa. 

—Cielos, me asustaste —se detuvo Nancy justo antes de subir el primer escalón. 

—¡Oh! ¿Yo te asusté? —Karen Wheeler exclamó alzando sus brazos a los costados de su cuerpo. 

Por más de que ambas susurraran era inevitable ver el enojo que había no solo en la voz de Karen, sino que también en las expresiones exageradas en su rostro, algo que Nancy sabía que no era bueno. 

—Ya sé... debí haber llamado —lamentándose de su reprimenda, Nancy bajó la mirada hacia el suelo. 

—¿¡Dónde estuviste!? —le gritó su madre desesperada. Dándose cuenta de su error, bajó la voz recordando que los demás dormían en los cuartos de arriba—. Debías llegar a las 10:00.

Karen se cruzó de brazos decepcionada de su hija quien tenía en un altar por su responsabilidad y coherencia. 

—Después de la reunión, algunos quisieron ir a comer algo —Nancy se encogió de hombros—. No me pareció tan importante. 

—¿¡No se te ocurrió llamarme por teléfono y avisármelo!? —enfurecida Karen le gritó en un susurro—. ¡Con todo lo que está pasando!

—No me di cuenta de que era tan tarde —Nancy rodó sus ojos no viendo la gravedad del problema—. ¿Si? Lo siento mamá. ¿Qué más quieres?

La muchacha intentó seguir su camino por la escalera, sin embargo, Karen había notado algo en su vestimenta que no reconoció como propio de su hija. 

La tomó del brazo y la detuvo antes de que subiera al tercer escalón donde terminaría por perderla por completo. 

—Espera... —la obligó a frenar jalando de su abrigo viendo el buzo que llevaba por debajo—. ¿De quién es ese buzo?