UN CLICHÉ MÁS ENTRE TÚ Y YO | STEVE HARRINGTON | Stranger Things

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CAPÍTULO 24

𝐸𝑆𝐶𝑈𝐸𝐿𝐴 𝐻𝐴𝑊𝐾𝐼𝑁𝑆, 𝐵𝐴𝐽𝐴𝐷𝐴 𝐷𝐸 𝐴𝐿𝑈𝑀𝑁𝑂𝑆

Ray Henderson caminaba con frustración y esa actitud venía desde el estacionamiento cuando por accidente uno de los chicos por poco se la lleva puesta con su bicicleta. Ray le gritó unas cuantas groserías que logró espantar al muchacho.

Por los pasillos no miró a absolutamente nadie, pero sintió que todos la miraban a ella, los ojos de chicos y chicas la veían de pies a cabeza como si hubiese algo nuevo en ella, algo que ni siquiera la muchacha encontraba en si misma.

Se dirigió hacia su casillero donde tendría que dejar varios de los libros que se había llevado a casa pero no había hecho ninguna de sus tareas porque después de todo, no podía dejar de pensar en lo que había sucedido esa noche. Estaba tan perdida en la discusión que tuvo tanto con Steve como con Jonathan que ni siquiera llegó a pegar un ojo.

Ray no quizo mirar hacia la izquierda porque estaba segura de que se encontraría con quien no quería toparse, y para su mala suerte, tenía razón.

—¡Ray! —exclamó él por el pasillo.

Ray lo ignoró y continuó por el sentido contrario, pero Steve la alcanzaría por más de que ella corriese para alejarse.

—¡Ey! —la llamó nuevamente cuando la alcanzó—. Oye espera... quiero hablar contigo.

Ray molesta se plantó de golpe en el suelo y sus ojos llamativamente verdes lo miraron con molestia. El cabello de Steve como siempre peinado hacia atrás con aquel pequeño mechón rebelde que caía sobre su frente. Ray quería arrancárselo en ese preciso instante.

—¿Qué quieres? —le preguntó con molestia—. Oh no espera, ya se...

La muchacha abrió su bolso y de dentro sacó la ropa que él le había prestado esa noche cuando había caído en su pileta y había empapado la suya.

—Toma toda tu porquería —se la estampó sobre el pecho.

—No, no, no es eso... —a Steve le importaba una mierda su ropa—. Quédatela si quieres.

—No pienso quedarme con nada tuyo —Ray le arrojó sus pantalones—. ¡Ni siquiera me quedan!

Steve sonrió y en cuanto Ray lo vio intentó ocultar su sonrisa en el frunce de sus labios, pero ya la había cagado y no había vuelta atrás.

—¿Te parece divertido? —Ray alzó sus cejas con seriedad.

—No... claro que no... —pero Steve no pudo contenerse mucho más.

—¡Vete a la mierda Steve!

Ray con su hombro lo empujó y paso a su lado intentando perderlo en el camino entre los demás alumnos, pero no logró hacerlo, Steve cuando algo quería, lo conseguía y como fuese.

Así que cerró su casillero en un gesto generoso y la siguió por aquel pasillo.

—Ray, intento hablar contigo... —intento alcanzarla con dificultad—. ¿Puedes parar un segundo?

La muchacha se detuvo sólo por un segundo al ver al final del pasillo como Nancy estaba por doblar en una esquina en dirección a los casilleros. Lo menos que quería Ray en aquel momento era causarle daño.

Así que suspiró y tomó a Steve de su brazo y lo arrastró hasta una de las aulas más cercanas que todavía se encontraba vacía.

—Bueno... no tenía planeado esto, pero si tu quieres... —bromeó con una sonrisa.