UN CLICHÉ MÁS ENTRE TÚ Y YO | STEVE HARRINGTON | Stranger Things

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CAPÍTULO 25

𝑆𝑇𝐸𝑉𝐸 𝐻𝐴𝑅𝑅𝐼𝑁𝐺𝑇𝑂𝑁

Steve sentado contra los casilleros pasaba por alto la historia de Carol, en lo único que pensaba era en Ray y en la manera en que le había hablado en el estacionamiento. Se sentía terrible y más que nada porque lo que ella le había dicho era cierto, estaba volviendo a ser el mismo egoísta y estúpido de siempre.

La estaba lastimando y de nuevo y todo porque estaba jugando a dos puntas y a escondidas de quien se suponía ser su verdadera novia, pero... ¿y si no quería estar con Nancy? ¿Y si solo quería estar con Ray de una maldita vez por todas?

Pero ya la había cagado, ya había metido la pata y embarrado hasta el fondo.

Nancy se marchó por el pasillo y Steve volviendo a la realidad en la que ahora se había convertido su vida, notó que ella estaba a su lado hace unos pocos segundos. Ya había arruinado lo que podría haber tenido con Ray, por lo menos no quería cagar lo que tenía con Nancy también.

—Ey Nancy, ¿adónde vas? —le preguntó.

—Me olvidé por completo —Nancy se detuvo a verlo—. Le dije a mi mamá que... haría algo con ella. 

—Pero... ¿qué dices? —Steve se levantó del suelo—. El juego esta por empezar...

—Lo siento... —Nancy de igual manera se marchó por el pasillo.

—¿Qué mierda sucede con ella? —Steve se volteó hacia lo demás en búsqueda de respuestas.

Tommy lo miró con obviedad.

—Quizá por fin se haya dado cuenta de que tus erecciones solo suceden cuando piensas en Henderson y no en ella... —le sonrió su amigo con gracia.

—Cierra la boca —Steve volvió a los casilleros y reposando su espalda contra ellos, se dejó deslizar hacia el suelo.

—Vamos Steve, ¿cuándo vas a dejar a señorita perfecta? —se quejó Carol rodando sus ojos—. Es obvio que no te gusta.

—Claro que me gusta...

—"Claro que me gusta..." —se burló Tommy imitando su voz aniñado—. Por favor, no hacía falta ver esas fotos, los dos te vimos con Ray en la piscina... a nosotros no nos mientas.

—Ray me odia... —Steve llevó una mano hacia su cabello.

—Y si eres un idiota —bromeó Tommy.

—Lo sé...

𝐶𝐴𝑆𝐴 𝐻𝐸𝑁𝐷𝐸𝑅𝑆𝑂𝑁

Ray estaba sirviendo un poco de café de la maquina que ella misma con agua había calentado. No se especializaba en la preparación del mismo y hasta Jonathan lo sabía, pero con tal de poder hablar con ella, aceptaría lo que fuese.

Sentado en la mesa de la cocina, Ray se arrimó a esta con ambas tazas, tendió una a Jonathan y ella se sentó en la silla enfrentada a la suya.

—Ya tiene dulzor —le informó mientras rodeaba la taza con sus manos impaciente de escucharlo.

—Lo sé... —Jonathan sabía muy bien que ella siempre se lo agregaba por él.

—Bien... —Ray humedeció sus labios—. Si quieres hablar es ahora o nunca...

Jonathan alzó la vista de la mesa y se encontró con la mirada de Ray que inmediatamente apartó de sus ojos sintiendo la vergüenza porque ahora sabía por qué Jonathan la miraba de tal manera en ciertos momentos, por qué le sonreía cada vez que decía algo, por qué siempre la apoyaba en las mayores estupideces que se le ocurrieran.