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CAPÍTULO 3

𝐸𝑆𝐶𝑈𝐸𝐿𝐴 𝐻𝐴𝑊𝐾𝐼𝑁𝑆, 𝐵𝐴𝐽𝐴𝐷𝐴 𝐷𝐸 𝐴𝐿𝑈𝑀𝑁𝑂𝑆

Dustin, Mike y Lucas llegaban a la escuela de Hawkins en bicicleta. Varios alumnos llegaban caminando, otros tenían sus propios autos o familiares o amigos que podían traerlos, y después estaban los desafortunados que no les quedaba otra que tomar el autobús. Tanto los chicos como seguramente el resto de la escuela, odiaba el autobús, porque o llegaba tarde, o siempre estaba repleto de niños y adolescentes y conseguir asiento era como buscar una aguja en un pajar.

Ray fue una de esas desafortunados, ella mas que nadie odiaba el maldito autobús, lo había tomado tan solo tres veces en su vida, esta siendo la cuarta y seguía sin gustarle ni un poco. Tuvo que sentarse junto a un chico de su mismo año que no paraba de hacerle preguntas sobre la escuela, ella le había hecho entender que no le importaba y que quería tranquilidad por la mañana y si bien el chico se callo de una vez, no paro de verla en todo el transcurso del vehículo.

A Ray no le gustaba que la miraran, no le gustaba que la atención cayera sobre sus hombros, no le gustaba que las personas hablaran de ella, que susurraran frente a sus narices como si no se enterara, y todo eso era lo que sucedía todo el MALDITO tiempo y mas que nada en el autobús escolar. Ray se sentía un faro de luz, pero uno de color flúor.

Los chicos estacionaron sus bicis en los postes y se bajaron de ellas con sus mochilas sobre sus espaldas. Cada mañana llegaban en bicis desde que les habían permitido ir por sus cuentas.

—¿Por que tu hermana esta saliendo del autobús? —le pregunto Mike quien la había estado mirando desde que estaciono la bici.

Dustin miro hacia donde Mike veía y observo a Ray caminar hacia la entrada principal de la escuela colgando su bolso marrón de un hombro luchando con su flequillo como le había dicho aquella misma mañana ≪Hoy me toca luchar contra la rebeldía de mi cabello≫.

—¿Jonathan no iba a pasar por ella? —le pregunto Lucas también a Dustin uniéndose a ellos luego de dejar la bici estacionada.

—Es que Jonathan nunca paso por casa... —les explico Dustin mientras los tres caminaban hacia la misma dirección que Ray solo que a una distancia bastante considerada.

Mike rió.

—Le va a doler el culo hasta la semana que viene...

Los chicos rieron pero las risas se agotaron en cuanto volvieron a hablar sobre Will.

—Es raro, no lo veo... —dijo Mike observando a los alrededores como si Will fuese a aparecer ante ellos o asustarlos por detrás.

—Les digo que su mamá tiene razón, seguramente llego temprano a clase otra vez —añadió Lucas tratando de calmar el ambiente de sus dos amigos.

—Si, le aterra que Gursky tome otro examen sorpresa... —rió Dustin aunque en ese examen a Will le había ido de maravilla y ni siquiera había tocado un libro en el fin de semana porque como él haba dicho, era un examen sorpresa.

Los chicos se reían hasta que llegaron los imbéciles de Troy y James, los chicos que se burlaban de ellos y siempre los dejaban en ridículo tan solo por ser diferentes a los demás.

—Pasen damas y caballeros, pasen y compren sus boletos para el show de raros —Troy se rió y miro a su amigo James, mejor dicho, complice a su costado—. ¿Quien crees que ganaría mas en un show de raros? —se acerco a Lucas y lo golpeo (con solo un poco de fuerza) en el hombro—. ¿Medianoche? —se acerco a Mike y lo golpeo en el hombre también—. ¿Cara de sapo? —y por ultimo llego hasta Dustin—. ¿O sin dientes?

UN CLICHÉ MÁS ENTRE TÚ Y YO | STEVE HARRINGTON | Stranger Things Donde viven las historias. Descúbrelo ahora