•Capitulo 5•

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CAPÍTULO 5

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CAPÍTULO 5. Alta Lady o concubina.

—Meira —dijo Nox arrastrando cada vocal, creando un tono traicionero y perturbador—, que bueno que llegas. He traído una sorpresa para ti.

Meira escuchó el tono engatusador de su padre sin apartar la vista de los dos cuerpos arrodillados en el suelo de piedra lunar.

¡Estaban vivos!

Hizo falta su extremadamente potente audición de Fae para distinguir el latidos de esos dos corazones atenuados ante los otros ruidos de la oficina. Estaban vivos, si, pero con Nox no se podía garantizar que eso siguiera siendo así.

Ryaslin fue el primero el levantar la mirada hacia ella, sus grandes ojos marrones se abrieron demasiado, aterrados, mientras le pedía ayuda. Revenna por su parte, observaba fijamente a Nox con una mezcla de terror y un odio ardiente que podría describir la forma en la que Meira lo había mirado a lo largo de su vida.

Ambos estaban cubiertos de sangres por heridas menores y se veían golpeados y arañados, a pesar de que la mayor parte de la sangre, se dio cuenta Meira, era de otra persona. Como si ambos hubieran luchado tanto por evitar que los capturaran que habían logrado lastimar a su agresor.

Meira supuso que el horror era palpable en su expresión cuando vio a su padre ampliar su maliciosa sonrisa. Dio un paso en dirección a las dos figuras en el suelo, pero la voz de Nox se lo impidió.

—No te atrevas a seguir avanzando —su cuerpo se tensó y se detuvo en contra de su voluntad.

—¿Qué has hecho? —exigió Meira con la garganta apretada.

En ese punto, Revenna ya había visto en su dirección, y ahora tenía una mezcla extraña de emociones en su mirada. Enojo, miedo, tristeza, preocupación.

—He traído a tus amigos para jugar —respondió Nox como si nada, restándole importancia a la sangre con un movimiento de muñeca—. Debo admitir que son escurridizos. A Cillian le ha costado lo suyo el traerlos hasta acá.

Cillian.

La mención de ese nombre hizo que la mente de Meira diera vueltas. Movió la cabeza en todas las direcciones mientras buscaba al hombre en cada rincón de la oficina.

—Oh, no está aquí, se está encargando de la segunda parte de tu regalo. Pero estará muy feliz de verte... otra vez —dijo Nox, justo en el momento en que Favann entró en la oficina.

Meira se mordió el interior de las mejillas con fuerzas tratando de sofocar los gritos de dolor que le provocaba el trata de luchar contra la restricción de su cuerpo. Ryaslin seguía observándola con la misma expresión aterrorizada y ella solo quería llegar hasta él para hacer cualquier cosa, lo que sea.

Meira era un monstruo, igual que su padre, y era su culpa que ellos estuvieran pasando por eso. Si tan solo se hubiera mantenido al margen nada de esto estaría pasando.

Una corte de luz y sombras || Azriel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora