Raven (2/2)

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Cuando mis padres murieron y después de pasar demasiado tiempo planeando una venganza, me rendí y no por miedo, era porque algo me decía que eso era demasiado fácil, que tenía que mirar más arriba y así lo hice. Investigue durante semanas y semanas el movimiento de cada uno de los clanes, me empape de todo el tema, de como tantos los rusos como los italianos manejaban sus respectivos negocios, de cómo los búlgaros, alemanes, polacos entre otros, manejaban los suyos y de la misma manera lo de los dos clanes gobernantes. Lo aprendí, me metí en el papel y heme aquí, dispuesta a todo por ver a los asesinos de mis padres arrodillados frente a mí y me jure a mí misma que lo último que verían de mí no sería una persona dolida con el arma entre sus manos, tenían que ver a una maldita hija de puta; segura, con el poder entre sus manos y con el resto de los clanes tras ella. Sé que me costara, sé que llorare sangre, pero me vale mierda porque ya me hice una promesa y es que jamás, me volverían a ver desde arriba.

Respiro hondo antes de girarme para poder ver el rostro de uno de mis verdugos; Lorcan Ivanov sabia de mis padres, sabía quién era yo y de igual forma me usó. Pero me niego a no aceptar que disfrute estar bajo sus garras, pero hay un límite y ese él lo pasó, es por eso que tanto él como Santino tendrán que arder.

Me levanto y me cubro con la bata antes de irme a un pequeño escritorio donde tomo un trozo de papel y una pluma, me giro para ver al hombre tendido en la cama con la sabana cubriendo solo su entrepierna y una de sus piernas mientras su pecho sube y baja con lentitud, sus ojos están cerrados y sus labios entreabiertos mientras su cabello rubio cae sobre su frente. Cualquiera no creería que es un asesino sádico que unta de mierda todo lo que toca. Respiro hondo antes de irme a mi habitación donde tomo lo necesario antes de darme una ducha y colocarme unos vaqueros azules, camiseta negra sin mangas y botas. Me devuelvo a la habitación donde aún está el ruso durmiendo y dejo la nota que escribí sobre su cajón, relamo mis labios y con la cabeza hecha un asco, entierro la daga que prensa el papel. No espero, salgo de ahí yéndome directamente a la salida donde me encuentro a Edik el cual se pone alerta.

—Hola —digo y él fija sus ojos en el maletín que cargo.

— ¿A dónde vas? No puedes irte —dice y bufo.

—No soy su prisionera, ahora, si no vas a darme un auto te pido por favor que te quites de mi camino —digo estresada y él suspira.

—Raven...

—Me ayudas o te apartas, si elijes la primera es mejor que lo hagas rápido o te volare los sesos —digo con un nudo en la garganta y los ojos ardiéndome.

— ¿Qué te pasa? —pregunta y se nota realmente preocupado y eso es algo que me aprieta el corazón porque todo aquí ha sido malditamente falso a excepción del cariño que le he tomado.

— ¡Si no vas a ayudarme, apártate! —grito cuando los ojos se me llenan de lágrimas y trata de acercarse, pero tomo mi arma y la apunto a su cabeza, suspira y se aparta.

—No sé qué es lo que te pasa, pero te juro que yo no...

Lo dejo de escuchar saliendo apresuradamente de ahí dirigiéndome hacia el camaro que aún está en la entrada, me subo en este y sin pensarlo mucho lo pongo en marcha. La noche cae y termino a la orilla de la carretea mirando fijamente el cielo estrellado. Cierro los ojos y me dejo envolver por los recuerdos, en como siempre me miró; como un león a su presa, una que se saboreó muy bien y lo peor, que esta lo disfruto como una maldita estúpida.

Respiro hondo y pongo de nuevo el auto en marcha tratando de mermar todo el estrés que me corroe, tratando de no desestabilizarme, de que mi objetivo no se nuble. Es por eso que después de horas tras el volante, cambiando de auto cada que a uno se le acababa la gasolina, termino de pie frente a una especie de base militar antigua, veo dos aviones de guerra y entro al hangar. Mi amiga me dijo que podría venir aquí y que su amigo me estaría esperando. Frunzo el ceño cuando al entrar escucho una canción que se me hace ligeramente conocida. El lugar tiembla por la música y justo en el fondo veo a un hombre el cual baila causándome curiosidad, se mueve bien y termino riendo cuando noto lo metido que está en el papel.

Bárbaro [E #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora