Víbora & ruso (2/2)

388 39 3
                                    

Mis extremidades duelen y percibo una ligera presión en mis muñecas y tobillos y mis parpados pesan. Mi respiración es lenta y abro los ojos cuando escucho unas voces a lo lejos, un jadeo sale de mí cuando me veo en una habitación ya muy conocida para mí, pero lo que llama mi atención son las cadenas que rodean mis tobillos y halo de mis manos cosa que hace arder mis muñecas. Me remuevo haciendo sonar las cadenas, pero me detengo cuando la puerta se abre y es ahí cuando noto lo oscura que está el lugar, la iluminación es tenue, pero me permite ver el rostro del ruso el cual ya no está con la misma ropa del muelle. Una pesadez se extiende de mi cuello a mi cabeza y respiro hondo dejando caer mi cabeza hacia adelante y mi cuerpo se tensa cuando mis ojos captan que lo único que cubre mi cuerpo es una delgada sabana de seda negra.

—Suéltame —exijo y él solo se limita a mirarme cosa que eriza mi piel.

— ¿Quién te golpeo? —pregunta aun de pie al lado de la cama y fijo mis ojos en mis piernas las cuales están separadas por lo cortas que son las cadenas.

—No importa, solo suéltame —respondo sintiendo como todo mi cuerpo comienza a temblar.

—Dime —vuelve a hablar y respiro hondo sintiendo como mis ojos comienzan a arder.

—Los odio tanto —susurro percibiendo el desespero que comienza a corroerme.

— ¡Que me digas! —grita acercándose, pero sin tocarme.

— ¡Las pandillas de la Bombay! —Exclamo y él frunce el ceño—en las batallas Rakt—susurro—pero no te preocupes, me encargue de matar a cada uno, uno más sangriento que otro. Una vez me dijiste que yo nunca sentí remordimientos por matar—Ladeo mi cabeza sin dejar de mirarlo y noto como se tensa— ¿Por qué?

Peina su cabello y sonrío mordiendo mi labio. Me remuevo logrando sentarme y aunque las sábanas se deslizan por mi cuerpo cubriéndome solo parte de mi abdomen y mi entrepierna, me concentro en sus ojos.

—Tienes miedo de que sepa la verdad, pero no te preocupes porque no necesito que me la digas, yo misma la buscare y matare al igual que lo hice con los de la pandilla, a los que me dañaron. Podrás reírte de mí, podrás ponerme trabas con la verdad, pero jamás podrás detenerme. Ni a mí ni mucho menos a mis ganas de ver el mundo arder bajo mis pies —escupo y él se oscurece, su olor ya muy característico llega a mis fosas nasales y sale de entre las pocas sombras que lo cubrían.

La sangre cubre su pecho, sus manos y parte de su cabello y es ahí donde el miedo surge, no quiero pensar que le hizo a Goliat. Su presencia sin duda intimida, pero en mí siempre ha causado lo contrario y es unas intensas ganas de que me haga suya. Pero con todo lo que sé, con todo lo que tengo encima lo menos que debo pensar es en esto, en el hombre frente a mí el cual siempre me ha parecido mil veces más sexy cubierto de sangre. Niego cuando se acerca, pero un jadeo sale de mí cuando lo hace.

—Estás realmente enferma —comenta y frunzo el ceño.

Lo veo rodear la cama y arrodillarse en el borde de esta y rápidamente se mete entre mis piernas, pero sin tocarme.

—No creas que no he notado lo mucho que te gusta verme cubierto de sangre, ¿debería preocuparme? —susurra mirándome directamente a los ojos.

— ¿Preocuparte por lo mucho que me gusta verte cubierto de sangre? Sin duda deberías —respondo removiéndome para poder tocarlo, pero él me lo impide halando de las cadenas que me pegan la espalda al cabezal de la cama.

Su respiración golpea mi rostro acelerándome el pulso, una sonrisa burlona se estampa en su rostro mientras sus ojos se van a mis pechos descubiertos. Muerdo mi labio y halo de mis manos, pero mis muñecas vuelven a arder por las cadenas. Él no me toca, solo deja que sienta su cercanía quemándome la piel.

Bárbaro [E #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora