Raven (1/2)

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Chiara

Me coloco contra la pared cuando veo a los hombres que reconozco como kop, me ajusto la capucha y cruzo la calle que me deja frente a la fila de una panadería, veo los niños jugar y me muevo rápidamente sacándole la cartera a un hombre de traje y el celular a un señor de avanzada edad que está concentrado en que su nieta no rompa un cono de helado. Me escabullo yendo hasta la parte menos concurrida de la ciudad hasta llegar a un pequeño local de antigüedades, ahí tomo el teléfono y aprovechando de que no tiene contraseña, marco el número y espero que alguien conteste.

— ¿Diga? —escuchar su voz me alivia y me voy hasta el fondo ganándome la mala mirada del hombre tras el mostrador.

—Ali —digo casi en un grito y la línea se queda en silencio—soy yo, Chiara —agrego y la escucho suspirar.

—Dios mío, Greco. Llevo semanas esperando tu llamada, desde que el teléfono sonó, pero no me dio tiempo de responder, no te devolví la llamada porque creí que podría ponerte en peligro —habla desesperada y sonrío. Ella ha estado a mi lado toda mi vida y se ha preocupado por mí.

—Lo sé y lo lamento, pero necesitaba buscar el momento indicado —respondo y me dejo caer sobre una pequeña silla en un rincón—pero no importa ya, lo que realmente importa es que ya no estoy buscando venganza —agrego y la escucho gruñir.

— ¿De qué hablas? —pregunta y dejo salir un suspiro.

—Hablo de que sabes bien que vine aquí a matar a los italianos, pero pasó algo.

—Cuéntame ya —ordena y suspiro.

—Durante todo este tiempo he estado con los rusos —suelto y la escucho gritar.

Me giro para mirar por la ventana y veo como cinco hombres pasan mirando a todos lados y me voy hasta la pared de la ventana para que no me vean, miro al dueño y esta pálido, pero suspira y se concentra en lo suyo.

— ¿Cómo que con los rusos? ¿Chiara, en qué te metiste? —suelta molesta y frunzo los labios.

—Es bastante larga la historia, pero básicamente me equivoque y termine mandando a la mierda un cargamento ruso, por eso me llevaron con ellos, les explique y decidieron no matarme con la condición de que los ayudara a acabar a los italianos —suelto y trago grueso cuando recuerdo todo lo que pase con el bastardo ruso.

—Pero... ¿Por qué tú si se suponen que no sabes nada sobre la mafia? —suelta y ruedo los ojos cuando recuerdo lo estúpida que fui.

—Porque en realidad ellos también mataron a mis padres —responde y ella gruñe.

— ¿Cómo que también?

—En realidad fueron los dos, los Legendary y los Destruzione, el problema es que dudo mucho que lo hicieran solo por una deuda, necesito saber que mierda pasó con mis padres y sobre todo... —digo y escucho varios pasos acercándose.

— ¿Qué pasa, Chiara? —pregunta asustada y jadeo cuando veo a unos kop adentrarse en la tienda.

—Y, sobre todo, quiero el poder, quiero a todos esos bastardos arrodillados ante mí —suelto antes de estrellar el teléfono contra el suelo llamando la atención de los hombres.

Me muevo con rapidez por la tienda y no dudan en venirse contra mí, pero tomo una espada antigua y me las arreglo para cortarle el cuello a uno y dejarle el objeto enterrado en el pecho a otro. Corro hacia la puerta y recibo un golpe directo en el rostro cuando uno de ellos aparece mandándome al suelo, ruedo por este evitando las patadas que me lanzan y barro sus pies antes de romperle un jarrón en el rostro. Me muevo rápido y salgo del lugar no sin antes quitarle un arma a uno de ellos. Corro hasta un estacionamiento y frunzo el ceño al ver tantos autos elegantes ya que esta zona de la ciudad es bastante pobre, pero algo me dice que ciertas figuras públicas vienen a los espectáculos que aquí se dan, cultos o cosas así, nada de mi gusto. Voy hasta una Camaro ss negro cuando veo a lo que parece su dueño acercarse, saco el arma y sin pensarlo, le vuelo los sesos antes de quitarle las llaves y subirme al auto que se pone en marcha. Mi respiración es un asco y termino deteniéndome en mitad de una solitaria carretera. Fijo mis ojos en mis manos las cuales están machadas de sangre y eso me recuerda a Duman y cierro los ojos mentalizándome que tanto él como Santino deben caer, a mí nadie me va a joder, nadie se va a volver a burlar de mí y en la inmunda jamás voy a estar.

Bárbaro [E #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora