Rakt

411 34 8
                                    

Chiara

El hombre de tez morena y ahora con ropa informal, me mira fijamente antes de que Goliat se pose a mi lado a la defensiva. El moreno da un paso al frente y llevo mi mano a mi arma, la piel se me eriza y mi corazón se acelera cuando mi cabeza procesa el que el ruso está aquí.

—Tranquila —habla al fin y retrocedo.

— ¿Qué haces aquí? —pregunto entrecerrando los ojos.

—Quiero hablar contigo —dice levantando las manos dando a entender que está desarmado.

— ¿Sobre qué? —pregunto, molesta.

—Sobre porque te fuiste —Frunzo el ceño—Y en que te puedo ayudar.

Cuando él termina de hablar, de inmediato percibo la mirada de Goliat sobre mí. Sin duda el hecho de que este aquí me llena de desconfianza, pero algo me dice que es cierto, que está dispuesto a ayudarme.

—Está bien —digo al fin y él suspira aliviado.

—Creí que me dispararías —dice posando sus manos en su pecho.

—Todavía puedo hacerlo, así que espero que no te andes con juegos —respondo antes de encaminarme al patio que a esta hora está solo.

— ¿Qué haces aquí y por qué es tan difícil localizarte? —pregunta observando con atención el lugar.

—Porque no quiero que me encuentren, ¿no es obvio? Además, lo más probable es que tanto tu jefe como el maldito loco de Santino, me quieran muerta —farfullo estresada.

—Entiendo que desconfíes de mí ya que he jurado lealtad al clan ruso, pero quisiera saber el porqué de irte. Solo quiero saber. Si no deseas verme, puedo marcharme y no diré nada —dice mirando sus manos y noto en él algo que no me cuadra.

— ¿Por qué te quedarías? —pregunto deteniéndome, me giro y veo como Goliat permanece cerca.

El hombre de al menos uno ochenta de estatura se remueve ¿nervioso? Hay algo que me hace acercarme y este levanta la mirada como si lo que me quisiera decir fuera algo demasiado vergonzoso.

—Es que...

—Es...

—Se escuchará estúpido, pero realmente te veo como una amiga y si Duman te hizo algo, no me importara dejarlo con tal de ayudarte —dice demasiado rápido y me quedo pasmada.

Sí, llegamos a compartir mucho tiempo y en verdad lo considero un amigo, pero el que este aquí me hace arder la nariz porque no pensé que dentro de ese lugar hubiera alguien que arriesgara su vida así por mí...

—Yo... — ¡No sé qué decir, maldita sea!

— ¿Qué haces aquí? —pregunta Goliat receloso.

—Ya lo dije, estoy por ella y para ella —responde con tranquilidad y resoplo antes de darme la vuelta— ¡Espera!

Lo ignoro adentrándome en mi habitación donde me cambio de ropa colocándome una con la que se me haga más fácil entrenar. Al salir, Edik sigue donde lo deje bajo la mirada de Goliat. Paso de largo y me concentro en estirar antes de trotar alrededor del extenso lugar. Me coloco los audífonos y dejo que Unstoppable inunde mis oídos mientras el sudor comienza a bajar por mi cuello. Tengo claro lo que quiero, los pasos a seguir están trazados y sé que puedo lograrlo, pero hay algo que me revuelve el estómago cuando pienso en lo último. En esos enfrentamientos que por obligación debo tener. Tengo claro que todos los pasos son necesarios, que no debo saltarme ninguno, pero sin duda me abruman, me hacen sopesar la idea de lo que quiero o al menos el cómo conseguirlo.

Bárbaro [E #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora