¿Qué?
- Una clara declaración de: Bienvenida a Villa Piña - dice Colette abriendo los brazos señalando toda mi habitación.
Las dos nos empezamos a reír.
- Estás loca - le digo sin parar de reírme.
Después de comer juntas me la he traído a casa, aunque ella a reservado habitación para un par de días en un hotel cerca de aquí. Si puedo dejar que se quede aquí pues lo haré. Esta flipando con toda la casa. Desde que nos hemos posado en la puerta principal, ya tenía la boca abierta, le iban a entrar moscas. Cuando hemos entrado pues más impresionada se ha quedado. La verdad es que es una casa preciosa y vale la pena vivir aquí, aunque tiene que haber costado un pastón. La maleta que traía la ha dejado en la entrada y hemos subido las escaleras para entrar en mi habitación. Y, como tengo tantas piñas - eso me hace recordar al despertarme de el desmayo como Logan me trajo un zumo de piña y que sabía que me iba a gustar y que era mi fruta favorita -, pues ha empezado hacer la gracia de Villa Piña. No queda tan mal, me gusta y todo.
- Compraré un trozo de madera de estos que se cuelgan en las puerta y escribiré "Villa Piña" - digo con una sonrisa mientras miro toda la habitación con un solo recorrido.
- Es que me encanta. En cuanto lo compres y lo tengas, manda foto que yo quiero verlo - dice entusiasmada y sin dejar de sonreír.
Asiento varias veces y empezamos a reírnos de nuevo. Anda por la habitación mirándolo todo y tocándolo también.
- ¿Y dónde está la habitación del besucon? - sé que se hace referencia a Logan, por lo de besucon. Lo he asociado al beso que nos dimos hace unos días que le he contado.
- En frente de ésta - le indico con un movimiento de cabeza hacia la puerta mientras voy hacia la mesita de noche para coger el cargador del móvil ya que no tengo apenas batería.
Escucho pasos y de repente una puerta abrirse. Me giro rápidamente y con los ojos como platos al ver a Colette que está dentro de su habitación.
- ¡¿Pero qué haces?! - le grito susurrando como loca al verla entrar como si nada, como si fuera su casa y su habitación.
- Quiero cotillear - dice tan normal, como si no fuera nada malo entrar en una habitación que no es tuya. Igualmente no es malo, pero la intimidad de cada uno se respeta.
- Que te gusta, vamos - le agarro el brazo con la mano para tirar de ella hacía mí y sacarla de la habitación.
- No, mira - dice deshaciéndose de mi agarre y acercándose al escritorio.
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Deja Que Fluya
RomanceAmanda Stone nunca hubiera pensado que su vida iba a cambiar tan radicalmente. Vivía con sus padres, pero de la noche a la mañana se ve buscando piso en otra ciudad totalmente distinta a la suya: Las Vegas, un lugar tan lleno de vida a la que no est...