Fiesta
- ¿Qué me estás contando, tía? - escucho que dice mi amiga al otro lado de la línea del teléfono. Estoy sentada en la cama con la espalda apoyado en el cabecero, con el portátil encima de las piernas encendido. He decidido llamar a mi amiga Colette para contarle lo sucedido con la herida de Logan, como tuve yo que curarsela. No le cuento lo de mi desmayo porque entonces pondría el grito en el cielo y se lía la de Dios. No tengo ganas de explicar ese acontecimiento. Me volvería a decir que tendría que volver a tomarme la medicación que tanto odio desde hace tiempo.
- Lo que escuchas, se cortó y tuve que curar su herida. Me salió solo, fue un visto y no visto. Cuando quise darme cuenta ya estaba delante de él curandole la herida con alcohol - le explico cómo fue esa situación -. Y pues se estuvo cachondeando de mí porque estaba nerviosa y cada vez que lo miro a los ojos ellos me atrapan de una manera inexplicable - intento hacerle entender cómo me siento cuando se trata de él.
- ¡Ay, amiga! - suelta un suspiro que sé que va acompañado de una sonrisa.
- ¿Qué pasa? - digo instintivamente.
- Te gusta - suelta a bocajarro sin anestesia.
- ¿Qué dices? No digas boberías - mientras lo digo, con la mano que tengo libre, cojo un mechón de pelo y lo voy enrrollando alrededor del dedo índice. Es imposible que me guste, ni siquiera lo conozco.
- Lo que estás escuchando, te gusta y tú lo sabes más que yo - dice tan tranquila y siento que lo está disfrutando tanto que la felicidad le sale por los poros de la piel.
- Me niego, ni siquiera lo conozco para que me guste - le digo exponiendo mis pensamientos en voz alta.
- Una no elige de quién se enamora - dice mi amiga como si fuera lo más normal del mundo que te enamores de un chico con el que no conoces en profundidad, solo por habernos chocado en la calle y que ahora somos compañeros de piso.
- Colette, no digas tonterías porque aquí nadie está enamorado de nadie - le aclaro para que se le quita esa idea de la cabeza. Dice todo lo que piensa y a veces eso da muchos problemas. En mi casa no porque somos amigas y ya la tengo bastante estudiada, por así de decirlo, pero para otras personas que no conoce puede provocar problemas de que no les siente bien lo que dice.
- Hey, tranquila. Era una pequeña broma. Obvio que no estás enamorada, ni mucho menos - dice recapacitando aunque se le nota que sigue pensando lo mismo.
De un momento a otro escucho ruidos en la planta de abajo de la casa.
- Bueno, vamos hablar. ¿Cuándo nos vamos a ver? - pregunta pensativa. Estuvimos hablando hace unos días de que ella iba a ser la que vendría a verme aquí algún día, cuando pudiera y tuviera tiempo libre. Se pediría una semana de vacaciones para venir.
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Deja Que Fluya
Storie d'amoreAmanda Stone nunca hubiera pensado que su vida iba a cambiar tan radicalmente. Vivía con sus padres, pero de la noche a la mañana se ve buscando piso en otra ciudad totalmente distinta a la suya: Las Vegas, un lugar tan lleno de vida a la que no est...