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Todos hemos oído hablar de las almas gemelas.
Dos personas que están destinadas a estar juntas.
No importa que tan alejadas estén, existe una fuerza externa que se va a encargar de unirlas.
E...
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Kazumi entró junto a los dos chicos al gimnasio luego de que las clases del día finalizaran.
Frenó en la puerta para poder apreciar el cambio que tenía el ambiente del gimnasio comparado a las clases de educación física.
Mientras en este solo se oían quejas, gritos del profesor y ganas de abandonar la clase. En el entrenamiento se podía sentir la alegría de los jugadores por estar practicando un deporte que los apasiona, sumado a la felicidad y risas contagiosas.
—Ven, te presentaré con el equipo— Dijo Kuroo tomandola de los hombros, guiandola hacía donde estaba el resto.
Kenma los siguió manteniendo unos centímetros de distancia.
No pasó mucho tiempo hasta que todos los chicos que estaba allí los rodearan, bastante curiosos por saber quien era.
—¿Es una chica?
—¿Es tu amiga?
—¡¿Al fin tenemos una manager?!
—¡¿Una manager?!
Kazumi comenzó a sentirse intimidada por la cantidad de chicos que cada vez se acercaban más a ella, por lo que su primer reflejo fue esconderse detrás de la primera persona conocida que encontró.
Esa persona resultó ser Kenma.
—Te dije que Lev la iba a asustar—le dijo a Kuroo, quien solo le dio una sonrisa apenada a ambos.
El capitán procedió a dar una corta presentación de cada miembro del equipo para luego decirles el nombre de la rubia, sin olvidarse de aclarar que solo venía a ver el partido.
Poco después de eso el entrenador llamó a los chicos, por lo que se despidieron de ella y se fueron a calentar.
—¿Entonces la conoces?—Le preguntó Shibayama a Inuoka, siguiendo una conversación que habían tenido cuando vieron a la rubia entrar al gimnasio.
—Algo así, suele pasar por mi salón para buscar a un amigo a la hora de la salida—contestó sin saber que el armador del Nekoma se encontraba detrás de ellos, oyendo absolutamente todo— No sé exactamente que son, pero se ve que son cercanos.
Por alguna razón esas palabras quedaron dentro de Kozume, por lo que decidió llevar a cabo el plan que pensó en clase en vez de prestar atención a lo que el profesor decía.
Visualizó a lo lejos a la rubia yendo a las gradas, por lo que caminó hacía ella a paso rápido. Cuando se encontraba a menos de un metro de distancia la llamó por su nombre, capturando no solo la atención de Kazumi sino también la del resto del equipo, aunque de esto último no se había percatado.
-—¿Si?—Preguntó bastante confundida.
Kenma desvío su vista hacía el costado y se movió en el lugar sintiéndose nervioso. Había planeado toda la situación, sin embargo en el momento de ejecutarlo se quedó sin palabras. Además estaba comenzando a sentir todas las miradas sobre él, especialmente las de Kuroo y Yamamoto.
