lover of mine | kozume kenma

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Kazumi se despidió de Nase y siguió caminando por el pasillo hasta su salón, notando a su compañero de clase de pelo bicolor estando a punto de entrar.

—¡Kenma!—Lo llamó para que frenará, cosa que consiguió.

El nombrado pausó su juego y se giró para ver como ella se acercaba con un vaso vacío de café en su mano.

—Buen día—lo saludó una vez que estuvieron uno al lado del otro.

—¿Buen día?—Contestó confundido.

La rubia tiró el vaso de papel y volvió a enfrentar al chico, sabiendo que era probablemente el único momento que podría hacerlo.

—Quería saber si estabas bien con que hoy hagamos el trabajo en la biblioteca. —Le propuso mientras entraban a la clase.

—¿No iba a estar cerrada por hoy?

—Oh, no me refiero a la de la escuela
—el chico la miró sin entenderla en absoluto—Hay una no muy lejos de la estación cerca de mi casa.

—¿En serio?—Preguntó sinceramente sorprendido, aunque su tono no lo demostrara. Ella asintió— Esta bie-. Espera—Kenma colgó su mochila en su banco mientras seguía hablando—Hoy tengo entrenamiento, quizás salga un poco tarde.

—No pasa nada, puedo esperarte afuera del gimnasio.

Kenma se contuvo de negar con frenesí.

Sabía que si alguien del equipo se enteraba probablemente iban a malinterpretarlo y lo último que necesitaba era que sus compañeros de equipo lo molestaran con eso.

—¿Segura? Empieza a hacer frío, quizás sería mejor que esperes en la biblioteca—Trató de persuadirla.

—¿Sabes como llegar?

—Kuro puede guiarme.

—¿Él sabe como llegar?—Kenma no sabía la respuesta pero dudaba que fuera si, por lo que no pudo contestar. —Entonces te espero afuera del gimnasio luego del entrenamiento — fue lo último que dijo antes de irse a su banco.

[♡]

Tal como lo prometió, Kazumi espero a Kenma afuera del gimnasio de la escuela.

Esperaba cruzarse con Kuroo o alguien más del equipo aunque para su sorpresa el primero en salir fue su compañero de clase de pelo amarillo.

Igualmente podía escuchar como varias voces varoniles le gritaban detrás suyo cosas como "suerte en tu cita" y otras bromas que lograban poner las orejas del chico rojas por la vergüenza.

—Hey—lo saludó tratando de ignorar los chistes que finalmente se cesaron al cerrar la puerta.

—Hola—respondió sin mirarla, comenzando a caminar mientras ella lo seguía.

—¿Y Kuroo?—preguntó al notar la ausencia del chico que parecía estar pegado a Kenma siempre que se los cruzaba fuera del salón.

—Se quedó ordenando con el resto.

—Oh ¿No tenías que ayudar también?

—Si, pero me obligaron a salir temprano—Contestó sin tener intenciones de explicar la razón, por lo que agradecía el desinterés de Kazumi sobre ello.

En fín, entre varios silencios y cortas conversaciones, los dos llegaron a la estación y pudieron tomar el tren a horario.

Subieron y se sentaron uno al lado del otro, compartiendo un par de palabras de vez en cuando sobre diversos temas.