my favorite crime

capítulo 3

Él chico que Amelia y Mauricio habían visto hace 2 meses saliendo del restaurante. Amelia no confundía a personas, era muy buena recordando no solo caras sino varios datos personales de las personas como sus cosas favoritas y sus fechas de cumpleaños. De este chico, era imposible olvidarse de esos ojos verdes intensos, su cabello medio largo despeinado y esto es nuevo, él sonrió. Su sonrisa le resultó mágica a Amelia, era tan perfecta. Él era más alto que ella, unos 20 centímetros más alto. Amelia, aunque es baja de estatura, nunca se dejó intimidar por las personas más altas que ella, de hecho, sus dos mejores amigas desde tercero de primaria (Yaritza y Viridiana) son más alta que ella. Este chico de increíble estilo y ojos que robaban la atención de todos en la habitación, no era la excepción, pero había algo diferente, ese mismo sentimiento de haberlo conocido antes ahora se convirtió en una sensación de que él siempre había estado ahí para ella pero nunca lo había visto. 

-Alright you two love birds, which song will you be singing?- preguntó el dj.

-La verdad no se mejor elige tu.-habló en voz baja el chico dirigiéndose a Amelia.

No quiero que sea una arriesgada para que me salgan gallos o alguna aburrida, pensó Amelia. Aunque también se llevó la sorpresa de que el chico hablaba español igual que ella.

-Bueno pues mmm, I know, Love again by Dua Lipa.- respondió Amelia con voz normal para que el hombre detrás de la consola escuchara el nombre de la canción. 

-Uff, que bueno que la conozco.-intervino el chico.

Cuando el riff principal de la introducción de la canción empezó a sonar la gente de la terraza se volteó hacia los jóvenes y los alentó con gritos que a Amelia le dieron confianza, pues ella tiene una buena voz, pero es muy penosa en situaciones como esta.

-I never thought that I would find a way out [...]- empezó el chico la primera estrofa. 

Amelia simplemente se quedó asombrada porque ese chico cantaba de una manera increíble que parecía que la canción estaba hecha para su voz. Pero apenas era el comienzo. 

-No inventes, cantas super bien- mencionó Amelia unos segundo antes de que ella empezara a cantar la siguiente estrofa.-I used to think that I was made out of stone [...].

-Tú no estás nada mal eh.- afirmó el chico cuando Amelia terminó esa estrofa.

Los dos siguieron turnándose estrofa al paso de la canción, pero cuando llegaron al último coro de la canción, no solo ellos sino todo el público se asombró. Ellos empezaron a cantar juntos, sus voces combinaban perfectamente, el balance perfecto de la voz grave del chico y la mediadamente aguda de Amelia. Crearon una harmonía que se podría considerar arte en un escenario sobre la terraza de un restaurante insignificante en Londres. La gente estaba bailando al ritmo de la canción, aunque también había demás jóvenes grabando la hermosa sinfonía que crearon accidentalmente esos dos adolescentes.

-You got me in love again.- cantaron este verso los dos al unísono, mirándose a los ojos.

Woah, simplemente woah, a veces me siento como el personaje principal de una película pero de verdad nunca había pasado algo así, pensó Amelia. En una película, estos dos estarían besándose apasionadamente, pero esto es la vida real, por lo que al cabo de unos segundos rompieron el contacto visual y regresaron a sus respectivas mesas. Antes de que Amelia pasara detrás de una mesa para ir al fondo donde se encontraba la suya, el chico la agarró de la mano, y suavemente le entregó un papel doblado. Ella miró hacia arriba y vio como en sus ojos se observaba una de las miradas más gentiles que había visto en toda su vida. Amelia se encaminó a su mesa.

-Muy bien, de verdad no sabía que podías cantar así.-dijo Andrés mientras Amelia se sentaba en su lugar.

-Y ese chavo te estaba haciendo ojitos eh.-mencionó Silvana, en reacción a este comentario, su padres se puso en una posición seria y miró por varios segundo fijamente hacia el lado de la terraza donde se encontraba la mesa del chico.

-Ay no es cierto mamás, solo cantamos y ya, no es como las películas.-respondió Amelia aún con la adrenalina de haber estado en escenario cantando y bailando con el chico misterioso corriendo por sus venas. 

-Bueno nada más te digo.-agregó su madre.

-Ya saben que van a pedir, digo para hacerle señas al mesero para que se acerque a tomarnos la orden.-interrumpió el padre de Amelia con un tono de incomodidad obviamente intentando cambiar el tema de conversación. 

-Si ya.- contestó Amelia. Su madre asintió junto con su hermano.

Amelia aún traía el papel doblado que le dio discretamente el chico con su delicado toque de manos. Amelia bajo sus manos hacia sus piernas desdobló el papelito discretamente para que ninguno de sus familiares le preguntara por ese pequeño detalle. "Nos vemos afuera de los baños en 5 mins. quiero hablar" era lo que venía escrito en el pequeño pedazo de papel. Amelia, como siempre, se cuestionó esto. De dónde sacó el papel si este solo subió al escenario sin nada en las manos. ¿Acaso lo tenía guardado en el pantalón por si se llegaba a encontrar una chica linda en el restaurante? Bueno eso si sonó un poco loco, pensó Amelia. Pero era mejor imaginar todas las posibilidades y analizar la situación antes de lanzarse en algo que podría ser arriesgado. Quizá ella tenía que aprender a ser más espontanea. La elección de canción fue espontánea y salió increíble. Igual y en la vida hay que soltar esas cuerdas que nos mantiene en el lado de lo que nos enseñaron correcto y pasar al otro lado a ver si hay algo mejor.  Amelia guardó el papel y al cabo de 5 minutos se levantó y avisó a su familia que iba a retirarse al baño.