capítulo 12

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A fin de cuentas, después de tener que explicarle una larga historia a sus padres para aclarar por qué Naomi seguía en México, la dejaron finalmente ir a la fiesta. Esta se vistió normal, pantalón de mezclilla amplio de color negro con un top corto rojo en la parte de arriba, no se recogió el cabello pero sí se llevó una liga para este pues sabía que le podía llegar a dar calor. Cuando llegó, no encontraba a nadie conocido, hasta que en el fondo de la habitación vio a Claudia. Caminó hacia ella.

-Hola!-se aproximó Amelia hacia su amiga.

-Hey, que bueno que llegaste, Naomi no deja de preguntar por ti a los invitados.-informó Claudia a Amelia.

-Pero... por qué?

-Ni idea, y ahí viene vente, te escondo.-acabando esta frase Claudia tomó por el brazo a Amelia y la llevó hacia otra habitación sin que Naomi se enterara de su presencia. 

Naomi se acercó a la puerta pues había tocado el timbre nadie más que Santiago. Naomi abrió la puerta y además de Santiago vio a otro chico, guapo pero simplemente no era su tipo.

-Y ese quién es?-preguntó un poco agresiva Naomi.

-Hola, soy Alexander.-se presentó el chico.

-Ah ok, el amigo de Santi, pasen pasen.

-Me pareces tensa, todo bien?-preguntó Santiago que notaba algo diferente en su amiga. 

-Sí, es que sigo esperando a que llegue alguien, o no sé si ya llegó y alguien más le abrió la puerta.-compartió su preocupación Naomi. 

-Ah, pues si quieres te ayudamos a buscarla.-ofreció Alexander.

-Gracias, pero esto es algo que tengo que hacer sola.-contestó Naomi, después cerró la puerta y se alejó.

La habitación en la que se encontraban Amelia y Claudia era grande. Amelia asumió que era la sala de estar pues tenía un televisor grande en un extremo y un sillón grande, que cubría gran área de la habitación, que apuntaba hacia el televisor. Amelia y Claudia se sentaron en este a platicar.

-Pues mira desde que llegué al menos he visto a 10 personas llegar con botellas de algún licor y cómo a 4 con comida.-empezó con un tono quejumbroso Claudia. Normal para Amelia en este punto. 

-La verdad que te esperabas.-contestó Amelia.

-Buen punto.

-Ahí estás!-Naomi intervino y se sentó al lado de Amelia.

-Hola Naomi!

-Ay hola.- dijo Claudia, haciendo notar su presencia.

A decir verdad, Claudia no tenía ni el menor aprecio por Naomi pues después de escuchar la historia de Amelia con ella decidió que era alguien que no merecía el amor de su amigas y pues desarrolló un odio hacia alguien que le causó dolor a Amelia. No la culpamos.

-Puedo hablar contigo?-preguntó Naomi dirigiéndose notoriamente hacia Amelia.-A solas?

-Me retiro pero estaré cerca.-exclamó Claudia levantándose del sillón en dirección a una mesa donde había diferentes tipos de botanas desde quesos hasta las papas más baratas que pudieron encontrar.

En ese momento empezó a sonar la canción de Love again, la misma que Amelia y Alexander habían cantado juntos en Londres. Y en ese momento Amelia sintió la energía que sintió en el restaurante tanto de Londres como al que asistió el día de su cumpleaños.

-Tengo que decirte algo.-empezó Naomi.

-Claro.-dijo Amelia, aunque deseaba que no fuera lo mismo que ella le confesó hace algunos meses.

-Pues, hace unos meses pasó algo entre nosotras. Tu te declaraste, y yo no supe que hacer. Así que me fui, y en el internado tuve tiempo para hablar y pensar y poner en orden mis ideas al mismo tiempo que fui clara con mí misma. 

Oh no, se para donde va esto pero no lo quiero aceptar, pensó Amelia mientras mantenía contacto visual con Naomi demostrándole que tenía su atención. 

-Y pues tengo mis ideas claras. Quiero decirte que me ofendió, bueno no, me sentí mal cuando dijiste que todo lo que previamente me confesaste no era lo que querías decir. Yo quiero que todo lo que me dijiste sea verdad porque pienso lo mismo que tu, hay una conexión entre nosotras y también estoy enamorada de ti.

Puta madre, pensó Amelia. Ya valió todo. 

En la entrada de la habitación estaban Santiago y Alexander. Alexander tenía una mueca que demostraba tristeza.

-Qué pasa?-cuestionó Santiago.

-Es que, esa es la canción.

-La canción de qué?

-La que canté con Amelia.-terminó de explicar Alexander.

-Es en serio que no puedo hacer que dejes de pensar en ella y te concentres en mí.-dijo con un tono de enojo y desesperación Santiago.

-Cómo dijiste?

-No nada, sabes qué, vamos por algo de comer.-intentó cambiar el tema de conversación Santiago. No funcionó.

-No. Dijiste que querías distraerme de ella para que me concentrara en ti. Qué se supone que significa eso último?-detuvo a su amigo Alexander.

A unos cuantos metros, Amelia estaba viviendo lo que hace unos meses hubiera sido un sueño y hoy en día se convirtió en una pesadilla. 

-Y pues eso es lo que te quería decir. Amelia Moreno, eres una persona diferente a las demás y quisiera saber si podemos olvidar lo que acordamos de empezar de nuevo y continuar donde nos quedamos.-terminó con esto su declaración Naomi. 

-Ay Naomi,-Amelia no sabía como iba a decir esto.-de verdad eres una de las mejores personas que cualquiera se puede considerar afortunado de al menos cruzar caminos contigo. Pero... ay dios no...no puedo.

-Qué?-se notó como la mirada de Naomi cambió de esperanza a tristeza de manera inmediata después de oír esas palabras salir de la boca de Amelia.

-Es qué, ay cómo lo digo. De verdad no te quiero lastimar, pero tu me lastimaste hace unos meses, y no es que busque venganza o algo así. Nunca te haría eso pero ya no siento lo mismo por ti, en este momento no me interesa de manera amorosa nadie, además de que en el verano lo conocí a él pero eso no importa. De verdad quiero que sigas teniendo ese brillo en tus ojos y todo lo que te hace ser tú, pero no quiero estar contigo.-se le formaron lagrimas en los ojos a Naomi. 

Amelia se alejó del sillón con rumbo a la puerta pues sintió que ya no tenía que estar allí.

-Contéstame!-insistió a su amigo Alexander. 

-Me encantas Alex, desde hace años he estado admirándote y eso se convirtió en un amor profundo por ti!-finalmente habló Santiago.

-Pero Santi yo...

-Te amo Alexander, y todo iba por buen camino hasta que conociste a esa puta en Londres y desde entonces no te fijas en nadie más.

-Ni se te ocurra llamarle así idiota.-Alexander dijo esto acercándose a su amigo de manera amenazadora. Esto llamó la atención de varias personas en la fiesta. 

-Con permiso, perdón.-pasó Amelia entre estos, y Alexander supo que conocía a esa voz.

-Amelia!-iba detrás de ella Naomi.

-Es ella.- Alexander estaba atónito al ver que la chica que tanto extrañaba estuvo en la misma habitación que él. 

La siguió hasta la puerta al igual que Naomi pero Amelia salió demasiado rápido corriendo hacia el otro lado de la calle, que llevaba a un parque oscuro a estas horas. Alexander simplemente se quedó viendo como la chica de sus sueños se alejaba, de nuevo. Naomi vio como sus meses fuera habían sido una perdida de tiempo que le costaron el amor. 

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