Alexander y Amelia salieron del restaurante e iniciaron el pequeño paseo que él aseguraba que sería de menos de 20 minutos.
-Sabes, es raro que no esté lloviendo en estas fechas.-se percató Alexander.
-En serio?
-Sí, es agosto y en esta fecha constantemente llueve. Vengo aquí cada verano.
-Sería un sueño venir tan seguido a Londres.
-No para mí.-respondió con tono desanimado Alexander.
-Por qué? Esta es una ciudad que tiene muchas cosas, además no puede estar peor que la Ciudad de México sabes?-dijo Amelia con todo bromista.
-Bueno eso sí. Lo que pasa es que aquí es donde vive toda mi familia y la verdad no es que tenga la mejor relación con ellos. Al menos no desde hace unos cuantos años, seis para ser exactos.
Amelia entendía esto perfectamente. Ella de igual manera había dejado de confiar en su familia desde el año de 2015. Amelia y sus padres vivieron en Argentina por varios años, seis y medio para ser más exactos. Ella siempre vio a sus papás como personas maravillosas y trabajadoras, o los veía así hasta que tuvo el conocimiento y razonamiento suficiente para darse cuenta que en realidad creció sin ellos. Ambos le preguntaron a Amelia que si estaba bien regresar a México en 2015, en aquel año la pequeña Amelia tenía 9 años, y maduró rápido a partir de aquí. Regresaron y conoció a sus padres. Por primera vez los vio realmente. Se dio cuenta que por un lado, su madre es una persona que la apoyaría en todo aunque siempre habría un "pero" para todo, además de que se concentraba más en las fallas que en los enormes logros que Amelia alcanzaba. Su padre, de manera muy diferente, la apoyaría totalmente si esta situación lo beneficiaría a él. Aparte, cuando perdió su trabajo fue cuando Amelia realmente se dio cuenta del alcoholismo que siempre había tenido su padre. Hay diferentes maneras de tomar, la normal que solo son unas copitas, o como su padre lo hacía y continua con lo mismo hoy en día, sentarse en el sillón desde las 10:00 pm hasta las 12:00 am rellenando shots de algún licor fuerte. Para rematar, Andrés sería la persona que en México llamamos "mala copa". Esto quiere decir que todo el tiempo quiere pelear con todos mientras este bajo la influencia del alcohol. Amelia realizó que tampoco podía confiar en sus padres, pues estos no le tenían confianza en ningún aspecto de su vida. El punto de todo esto es que Amelia debatía sobre como contestar a lo que Alexander acababa de decir, podía seguir confiando en él y contarle esto mismo, o ser un poco más cuidadosa y no decir todo a alguien que acababa de conocer.
-Aunque no lo creas, te entiendo.- fue lo único que contestó. Acto seguido, Alexander la observó con esos ojos gentiles que fueron lo primero que llamó la atención de Amelia la primera vez que se conocieron.
-Ven, tenemos que ir por este callejón.-La reacción de Amelia a esta dirección fue de desconfianza e inseguridad.-Ok se que se ve mal, pero te prometo que no te arrepentirás, si yo caminé por aquí cuando tenía 5 años y no me pasó nada no creo que pase algo hoy en día. Además, se ve que eres valiente como para enfrentar a alguien que tenga malas intenciones.-A ella de le enrojecieron las mejillas en cuanto Alexander comentó esto último.
Amelia aceptó y entraron al callejón, el cual era hermoso. En las paredes se observaban varios murales coloridos, y no como grafiti, sino como arte que merece estar en los museos reconocidos del mundo. En la parte de arriba, había un techo de plástico del cual colgaban pequeñas luces que iluminaban al menos un poco el camino hacia la salida del callejón. Amelia simplemente sonrió mientras caminaba a través de esta pequeña joya escondida.
Alexander observaba la felicidad y asombro de la chica con satisfacción y felicidad. Alexander Summers, nacido el 3 de junio de 2006, en Londres, Reino Unido, es un chico único en su clase. Además de sus experiencias como que cuando tenía 2 años y 9 meses se mudó a España y pasó la mayor parte de su niñez ahí hasta que en 2015 sus padres le dijeron que se mudarían a México, tenía una perspectiva del mundo que hace falta en la sociedad de hoy en día. A diferencia de nuestra querida Amelia, este confiaba rápido en las personas y tenía altas expectativas acerca de los sucesos o personas en su vida. Parece broma pero no lo es, él es uno de los pocos adolescentes que hoy en día sigue leyendo libros físicos y cree en los romances que se fabulan en estos. Así que no, no está aquí para vender los órganos de Amelia, sino más bien, digamos que el universo siente que se necesitan el uno al otro. Este chico de pelo castaño, sonrisa perfecta, y ojos verdes llamativos simplemente no podría ni dañar a una mosca, o la bella chica con cabello ondulado castaño y ojos cafés que contenían un brillo que te daba esperanza.
-Y, te gusta?- preguntó Alexander esperando la aprobación de Amelia.
-No me gusta, lo amé. Este es uno de los lugares más lindos, y más parecidos a que los sacaron de un libro, que he visto. Es neta que encontraste este lugar cuando tenías 5 años?
-Es neta.-dijo Alexander en un tono medio burlón el cual no molestó a Amelia.-Aunque nunca le conté ni mostré a nadie que este lugar existe, así que eres la primera que sabe de esto. Bueno no, segunda después de mí.
Amelia no sabía si tomar esto como una señal del universo que de por fin estaba viviendo una historia épica, o simplemente encontró a una persona perfecta para ella que de alguna manera sabía lo que significaba ir a un lugar romántico para ella.
Mientras avanzaban hacia el final del callejón admirando los murales siguieron hablando.
-Y, que haces en tu tiempo libre?-preguntó Amelia haciendo que la conversación siguiera.
-Pues normalmente no hay tanto tiempo libre pues estoy entrenando, pero lo que más hago o intento es leer, y no smut en wattpad.-esto último hizo carcajear a Amelia.
-Y que entrenas?-preguntó de manera curiosa Amelia.
-Pues cuando vivía en España jugaba fútbol sabes, es lo más popular y hay miles de lugares a donde ir a entrenar, aunque cuando me mudé a México le dije a mis padres que realmente no me gustaba y que quería hacer otra cosa, así que empecé a jugar basquetbol en el equipo de la escuela, se que no es tan popular en México pero de verdad lo prefiero antes que el fútbol.
-Que bueno, la verdad la mayoría de las personas que he conocido que juegan fútbol, me han caído mal.
-Jaja, te entiendo, si era una persona horrible antes de mudarme por segunda vez, y tú, haces algo en tu tiempo libre?
-Pues al igual que tú, no tengo tanto tiempo libre pues hago porras...
-Pero no es como en las películas.-interrumpió Alexander.
-Obviamente que no, gracias. Es que en las películas lo ponen como que solo es deletrear palabras y unas simples pirámides. No le hacen justicia a lo realmente difícil que es el deporte. Pero bueno, cuando sí tengo tiempo libre igual leo, y no en wattpad.-dijo esto último guiñando un ojo hacia Alexander. Este rio.
-Varias personas de hoy en día no entienden lo que significa leer para nosotros, lo que se siente o lo que representa como que puedes...
-Escapar de la realidad.- dijeron los dos al mismo tiempo. Hubo un pequeño contacto visual con suaves sonrisas antes de que ambos lo rompieran mirando hacia abajo un poco avergonzados aunque felices de que alguien los entendiera.
Salieron del callejón y se encaminaron de regreso al restaurante. En este momento, desde alguno de los restaurantes y cantinas de esta avenida, empezó a sonar a todo volumen la canción "jealousy, jealousy" de Olivia Rodrigo así que ambos adolescentes regresaban al restaurante al ritmo de esta canción que ambos iban cantando al unísono.
En cuanto entraron al restaurante se dirigieron a la terraza y a sus respectivas mesas. Aunque no lo crean, cuando la familia de Alexander se retiró primero, esa fue la última vez que Amelia lo vio. Desde entonces no se ha vuelto a encontrar con el o alguna pizca de información de que este está bien. Al menos fue así por unos meses.
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my favorite crime
RomanceAmelia, acaba de cumplir 15, lo cual se supone que está en los mejores años de su vida aunque los más complicados también. No solo va a entrar a una nueva escuela sino a una nueva etapa de su vida que define muchas cosas del futuro. En su nueva escu...