-Amelia!-susurró de manera fuerte Naomi mientras inclinaba su silla para hablarle.
-Naomi, hola, que no te fuiste a la cosa en Nueva York?
-El internado que me garantizaba el acceso a la universidad de MIT.-interrumpió Naomi
-Sí, eso.
-Pues si fui pero mis papás y yo nos dimos cuenta que la verdad no estaba feliz allá entonces encontraron una manera que de que solo valla unos meses al internado en lugar de todo el año estar alejada de aquí.
-Ay, me alegra.-contestó Amelia un poco preocupada por su propia estabilidad emocional.
-Sí, aparte voy a regresar a entrenar esta semana pero pues ahora nos vemos más, vamos en el mismo salón.
-Sí es muy...
-Señoritas les recuerdo que la hora del primer receso es en tres periodos así que por favor si van a platicar compartan con el resto de la clase, si es tan importante como para interrumpirla.-cortó la conversación la profesora.
-No señora.-siguió Amelia para no meterse en problemas en su primer día.
Ay no, por fin había logrado olvidar a este amor platónico y estaba segura que ya nunca la volvería a ver y todo iba a estar bien si conocía a alguien nuevo, pensó Amelia. No solo en esta clase sino a través de todo el día, Amelia intentaba evitar a toda costa el contacto con Naomi pues no estaba segura de lo que pasaría si se volvía a hacer cercana a esta persona.
En el primer receso le llamó a Mauricio.
-Mau! Mau!-empezó Amelia, sonando desesperada en voz baja.
-Que pedo que pasó, todo bien?-respondió preocupado pues no era normal que alguien como Amelia de la nada te llamara, y en especial en horario de clases del prestigioso instituto al que asiste.
-Naomi.
-Wey ya la habías superado ahora de que te acordaste o hiciste que tiene que ver con ella.
-Mau, está en mi salón.
-Mira yo siempre dije que te faltaba un tornillo pero no tantos...-respondió a modo de chiste antes de ser interrumpido de manera brusca por Amelia.
-Mauricio!-sonaba un poco enojada y probablemente ansiosa, en el buen y mal sentido.-Resulta que Naomi extraña mucho su vida aquí así que organizó un trato raro que la dejan venir a la escuela aquí y pues que casualidad que ahora estamos en el mismo salón.
-No puede ser Amy, básicamente me estás diciendo que lo que hemos estado haciendo los últimos meses para ayudarte ahora mismo están valiendo madres?
-Sí, pero pues ya que. El que se enamora primero pierde.
-El que se enamora primero pierde.-repitió Mau con intensión de asegurárselo a su amiga.
-Bueno me tengo que ir, bye.
Amelia evitó exitosamente a Naomi al paso del día. Incluso hasta hizo una amiga en este tiempo. Se llama Claudia Hernández. Como siempre, Amelia siendo la persona más torpe en la habitación chocó con ella. Claudia la ayudó a levantarse y reincorporarse.
-Gracias.-exclamó Amelia con tono simpático.
-De nada, también soy bastante torpe.
-No más que yo, imposible.-dijo en tono de burla hacia sí misma lo que hizo reír a Claudia.
-Soy Claudia.-dijo mientras extendía una mano hacia adelante para que Amelia la estrechara.
-Soy Amelia.-respondió ella mientras se estrechaba la mano a su nueva futura confidente en este nuevo instituto.
Todo iba moderadamente bien hasta que llegó el recreo. Naomi, determinada por seriamente preguntarle a Amelia la razón por la que la había estado evitando todo el día. Quizá es por lo último que me dijo antes de que me fuera, pensó Naomi. Aunque esas palabras finales que había dicho Amelia podrían haber complicado las cosas entre ellas, Naomi tenía la esperanza de que nada cambiara pues de verdad apreciaba a Amelia. Para ella, Amelia fue alguien que llegó de la nada para hacerla reír en sus peores momentos, o para levantarla cuando se caía. Amelia era como un ángel para ella. O igual y no solo para ella.
-Amelia!-gritó Naomi con la intensión de que Amelia la viera y no tuviera más opción que afrontar una conversación con ella.
Oh no, pensó Amelia.
-Lista para un nuevo desastre.-dijo Amelia en un tono de voz muy bajo para que solo ella pudiera oír eso.-Hola, Naomi.
-Perdón si, no sé, esto es incómodo para ti pero al menos quiero saber por qué me has estado evitando todo el día?
-Pues...-Amelia no sabía que decir, siempre en situaciones así improvisaba algo que hacía que siempre se saliera con la suya, pero ante Naomi le parecía imposible.-No es incómodo, es solo que de verdad pensé que nunca te iba a volver a ver y dije muchas cosas que no quería pues decir ese día y, no sería mejor que simplemente lo dejáramos ir y empezamos de nuevo?
-Bueno...-el hecho que Amelia dijo que no quería decir todo lo que dijo la última vez que se vieron ofendió de manera leve a Naomi, pero esta no supo el por qué de esto.-Si eso es lo que hay que hacer para seguir siendo amigas, perfecto para mí.
-Bueno, me presento, soy Amelia Moreno.
-Y yo soy Naomi Ramírez.-las dos soltaron una leve carcajada brevemente.
-Bueno, te veo en el salón?-preguntó Naomi.
-Sí.-respondió Amelia, después Naomi se alejó.
-Oye y quién era esa?-preguntó Claudia curiosamente a espaldas de Amelia lo cual hizo que se sobresaltara un poco.
-Naomi Ramírez.
-Y ya se conocían desde antes de la prepa supongo.
-Supones bien, aunque no nos habíamos visto en algunos meses.
-Es tu ex?-preguntó muy directamente Claudia.
-Qué? No, ojalá fuera mi ex.
El resto del día pasó rápido pues Amelia había puesto en orden la situación con Naomi. Ese mismo día volvieron a entrenar juntas después de meses sin siquiera verse a la cara. Aún estaban en sincronía, como no estarlo, pensó Amelia. Dalia obviamente sabía del pequeño crush platónico que Amelia tenía en Naomi. Lo único que ni ella, ni Mauricio o cualquier otra persona aparte de Naomi sabían, es que no siempre fue un simple amor platónico. Sino algo mucha más grande y emocional que los demás habían imaginado. Tan grande que fue la razón que Amelia quedó devastada cuando Naomi se fue y que Naomi había querido regresar después de haberlo analizado unos cuantos meses.
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my favorite crime
Любовные романыAmelia, acaba de cumplir 15, lo cual se supone que está en los mejores años de su vida aunque los más complicados también. No solo va a entrar a una nueva escuela sino a una nueva etapa de su vida que define muchas cosas del futuro. En su nueva escu...