my favorite crime

capítulo 18

Habían pasado aproximadamente unas tres semanas desde que ocurrieron los sucesos de la desastrosa fiesta. Amelia había tenido tiempo para analizar el sueño y entender que Alexander había estado en la misma fiesta que ella. Además, con su gran intelecto planeaba encontrar a Alexander pues tenían que hablar acerca del sueño, y básicamente de la manera que se sentían el uno por el otro. Amelia llegó un lunes, ya a mediados de octubre, a la escuela. Esta vio que Manuel se le acercaba para hablarle, lo cual en este punto ya era normal pues tenían una relación amistosa que se podría asemejar a la de un hermano mayor con una hermana menor. 

-Hola!-inició la conversación Manuel con un tono entusiasta, que se le hizo extraño a Amelia.

-Qué te pasa?-preguntó Amelia pues no era normal ver a Manuel tan feliz y enérgico un lunes por la mañana que hacía frío. 

-Ah nada, simplemente ya conseguí el chisme que me pediste que descubriera para ti.-contestó Manuel sonando orgulloso de haber obtenido la información previamente pedida por Amelia. 

-No es chisme, es simplemente un reporte de como se siente.-intervino Amelia.

-Ay bueno, pues aparentemente está muy bien, los primeros días si alcancé a verla un poco deprimida y constantemente llorando, pero hoy en día parece que ni te conoce.-informó Manuel.

-No la culpo.-agregó Amelia.

Manuel se alejó de Amelia para regresar con su grupo de amigos. Para que tengan más contexto, Amelia le había pedido a Manuel que le dijera como seguía Naomi, pues como habíamos dicho anteriormente, Amelia sentía que Naomi debería estar en su vida pero no en el aspecto amoroso. Además de eso, le había contado acerca de la pelea de Alexander y un amigo de Naomi que se llama Santiago. Manuel y Claudia, ambos chismosos con medios para conseguir todo el drama que querían, le contaron a Amelia que esos dos habían estado pasando mucho más tiempo juntos que antes. Que siempre que Santiago y Naomi estaban hablando de algo y alguien más llegaba, inmediatamente detenían su plática hasta que la  persona estuviera a una distancia en la que no escucharía la conversación. Amelia era buena analizando y conectando los puntos como cualquier buen detective. Ella supo que no era normal que la persona que había rechazado y el niño que se había peleado con Alexander  hoy en día tuvieran una amistad mucho más unida que antes. Algo le daba mala espina, y ella quería averiguar que era. 

Por el otro lado, Alexander después de su sueño checó debajo de su cama, y había un libro. El mismo libro que había tenido Amelia en la mano en la alucinación que había vivido. Las últimas 3 semanas, Alexander ha estado investigando acerca de conexiones como las que le han ocurrido con Amelia en los últimos meses. Como el dice, la segunda vez que se encontraron en la bella ciudad de Londres pudo haber sido una casualidad, pero la tercera vez en la fiesta indicaba que había un patrón, de que posiblemente fuerzas mucho más grandes que ellos y que no comprendían, han intentado juntarlos más de una vez. Alexander ha pasado mucho tiempo a solas. Esto lo ha hecho reemplazando el tiempo que, si la vida fuera normal otra vez, estaría pasando con Santiago. En esos ratos libres, rápidamente había terminado de leer el libro que mágicamente encontró debajo de su cama. De alguna manera, el personaje del libro llamada "Jules Ember" le recordaba mucho a Amelia. Tenían una personalidad parecida, eran fuertes y decididas aunque con esa chispa que instantáneamente te hace querer saber más de ella. Alexander quería encontrar a su amada, pero no tenía idea de como. Después de todo, no era "Liam Gerling", un príncipe con muchos medios para encontrar a su amiga de la infancia. 

Amelia corría con más suerte que Alexander. Ella y Claudia hablaban por videollamada casi todas las noches e intentaban reunir información que las llevaría con Alexander. Se que suena como si lo estuviéramos stalkeando, lo sé, pero estoy casi segura de que el está intentando hacer lo mismo; pensaba Amelia. Y no estaba equivocada.

-Ok, esto es todo lo que tenemos?-preguntó Amelia con un tono de desilusión que no complació a Claudia.

-Quieres más y que siga siendo legal?-reclamó de regreso Claudia.

-Buen punto.-aceptó Amelia.-Recapitulemos, sabemos que juega básquetbol en alguno de los clubes de esta zona.-dijo esto mientras señalaba un círculo que habían trazado en un mapa de la Ciudad de México.-Lo sabemos porque Santiago, que no te tiene bloqueada a ti,-refiriéndose a Claudia,-tiene varias publicaciones viejas con Alexander en esa zona, y a este se le ve pues sudado de que acaba de entrenar. 

-Das un poco de miedo pero prosigue.-interrumpió Claudia, Amelia le lanzó una mirada grosera. 

-Sabemos que va a Londres en los veranos y posiblemente en invierno también pues su familia vive allá y asumamos que quieren pasar navidad y año nuevo juntos. Al menos así era mi familia.-Amelia se detuvo antes de continuar con su recolección de datos de Alexander.-Además, la librería donde compra sus libro es esta sucursal de Gandhi.-dijo Amelia mientras sostenía en una hoja la dirección de una de las tiendas de libros más taquilleras de México.-Pero no tenemos idea de cómo encontrarlo pues ni como saber cuando va a comprar libros o a que hora entrena.-refunfuñó Amelia un poco frustrada.

-Mira esto es un gran logro, aunque me parece que iríamos mucho mejor de no ser porque tu estúpido cerebrito no se le ocurrió pedir número de teléfono o usuario de redes sociales.-reclamó Claudia.

-Ay perdón! Es que con él... todo fue tan mágico que fue como si... como si el tiempo se detuviera cuando estuvimos juntos. No hubo necesidad de pedir números ni nada porque simplemente éramos él y yo, hablando mientras caminábamos por las calles de Londres.-Amelia suspiró después de decir esto.

-No sé porque te enamoraste.-interrumpió Claudia mientras Amelia se recostaba boca arriba en su cama.-Pero si es por su fuerza y su físico te apoyo.

-Lo has visto?-preguntó rápidamente Amelia.

-Solo lo vi por unos momentos en la pelea con Santiago, y pues ese es un hombre.-Las dos se rieron mucho después de ese comentario. 

La búsqueda de estos dos continúa, pero eso no implica que los planes para detenerlos están en pausa.