my favorite crime

capítulo 21

Alexander aún no había sido diagnosticado con depresión, pero era demasiado evidentemente que contaba con todos los síntomas, y este lo sabía. Así que, Alexander no se iba rendir tan fácil, aún le quedaba demasiado por vivir, apenas tenía 15 años. Lo único que se le vino a la mente a Alexander fue que debí perdonar, o al menos volver a hablar con Santiago. No tendrían que volver a ser mejores amigos o tan cercanos con eran pero Alexander tenía que cerrar un ciclo con él para seguir adelante por decirle de alguna manera. Y esto hizo.

Alexander habló directamente con la madre de Santiago y le dijo que se quería encontrar con su amigo después de que saliera de entrenar. La madre y Santiago accedieron a esto.

-No puedo creerlo, el plan va perfecto.-dijo Santiago en voz alta antes de salir de su habitación para encontrarse con su ex mejor amigo.

A mediados de diciembre a estas horas de la tarde ya hacía un poco de frío, así que los dos chico salieron con chamarras abrigadas, lo único es que Alexander llevaba shorts deportivos pues había ido a entrenar previamente a la conversación que estos tuvieron. 

-Hola.-empezó Santiago tomando la iniciativa de la conversación. 

-Hola.-contestó Alexander, que aún no se sentía demasiado cómodo hablando con Santiago, y este lo notó. 

-Perdóname.

-No es tan fácil wey.-paró un momento Alexander mientras elegía las palabras correctas para cerrar esta etapa.-Es que, quería hablarte sobre que, no podemos volver a vernos. No sería lo mejor para ninguno de los dos. 

-Qué?-se alteró Santiago. 

Según su malicioso plan, Alexander, siendo la persona que supuestamente Santiago siempre había sido capaz de predecir, lo perdonaría. Pero no, todo va cuesta abajo, en amabas partes.

-Es en serio. Estoy empezando nuevos ciclos y siento que tú me estás jalando hacia el pasado y no quiero perderme del futuro.-se explicó más Alexander con la intensión de que su ex amigo de verdad lo entendiera y lo aceptara.

-Esto es por Amelia verdad, porque no te apoye con ella...

-No, no es por ella, ni si quiera he sabido de ella en semanas como quieres que ella sea un nuevo ciclo.-interrumpió a Santiago que aparentemente seguía teniendo los mismos problemas que en aquella fiesta en septiembre, parecía que había sido hace años.

-Entonces qué te pasó que no quieres volver a mí? Creo que soy el único que nota que haz adelgazado pero no de la sana manera, o que tienes los ojos hinchados posiblemente de llorar mucho. Yo me fijo en ti, ni tu familia hace eso. Me necesitas, yo soy tu todo.-Santiago parecía desesperado, exageradamente desesperado.

-No, no necesito a alguien que esta completamente obsesionado conmigo. Sí, necesito alguien que este aquí para mí pero no puedes ser tú pues simplemente desde septiembre me has probado una y otra vez que no eres más que un egoísta que necesita ayuda seria.-remató Alexander.

Los dos chicos simplemente se estaban mirando en silencia. Alexander apartó la mirada pues le llegó una notificación en su celular. Su madre había llegado por él aunque se había perdido y no encontraba el gimnasio. Alexander no quería que esto con su ex mejor amigo terminara de esta manera o parecido pero en este punto no veía que más podía hacer. Así que se despidió.

-Adiós, Santiago.-se volteó y empezó a caminar por la calle hasta la esquina donde se encontraría con su madre.

Santiago se sentó en una banca cercana a procesar lo que acababa de pasar. Alexander básicamente le indicó que quería cortar todo lazo con él. Santiago no sabía que iba a hacer sin él. Alexander era su todo, y lo quería todo para si mismo. Lo que lo sacó de su trance lamentándose por perder a Alexander fue una llamada de Naomi. 

-Hola.-inició Santiago contestándole a Naomi.-Sí, todo perfecto.

La llamada no duró más que unos pocos segundos. Había quedado con Naomi para verse en una cafetería que había más abajo sobre la calle en la que Santiago ya se encontraba. Puede que hubiera perdido a Alexander, pero no iba a dejar que los esfuerzos desde septiembre fueran en vano. El plan se llevaría a cabo sí o sí. Santiago se reincorporó y suspiro unas veces antes de encaminarse hacia la cafetería en la que más adelante todo acabaría hecho una mierda, o al menos así iba a ser en el punto de vista que compartían desde hace unos meses Santiago y Naomi. 

Al cabo de unos minutos, Santiago ya había llegado a la cafetería, Naomi iba en camino, y Alexander se alejaba de ellos, aunque se acercaba a alguien más lo más rápido que podría haber sido en los últimos meses. Alexander iba atento a la ventana, su madre le preguntó que había pasado pues lo notó muy callado pero Alexander solo le contesto que estaba cansado y quería dormir, mintió obviamente. Cuando iba viendo hacia la ventana, y pararon en un semáforo, notó a una chica con pelo castaño ondulado, le recordó a Amelia. Después esta chica se volteó un poco hacia la ventana de Alexander y este por fin calló en cuenta. 

Le recordaba a ella porque realmente era ella, en carne y hueso.