capítulo 14

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Mientras Alexander resolvía de manera no civilizada el reciente problema que había surgido con su amigo, Amelia simplemente rondaba por el parque de en frente sola. En el momento incómodo que rechazó a Naomi y tenía que salir de la fiesta, huir al parque de en frente parecía una genial idea. Ahora, se dio cuenta que había cometido un error. Estaba en un lugar rodeado por árboles, en la oscuridad, sola y perdida. Estaba segura de que estaba caminando en círculos pues había una banca con unas manchas de pintura que la caracterizaban y Amelia ya la había visto más de tres veces. Cambio de estrategia, pensó Amelia. Lo que esta se propuso fue buscar a alguien, si había alguien. Ese alguien probablemente sería alguien que vivía ahí o cerca de ahí y sabía perfectamente cómo encontrar la salida del parque. O igual y ese alguien pensaría en secuestrar a Amelia, es México no me sorprendería. Esto va a ser divertido, dijo en su mente Amelia.

Amelia daba por hecho que hoy desaparecía. Además, su celular se había quedado sin batería. Que conveniente. Amelia perdía la esperanza más rápido que antes cuando de pronto vio a alguien pasar con un perro y corrió hacia esa persona. Desesperada por encontrar la salida del parque pues ya hacía bastante frío y ella no llevaba ningún abrigo o chamarra con que cubrirse. 

-Hola!-gritó Amelia para llamar la atención de la persona que acababa de ver.

-Amelia!-este gritó de regreso. Le extrañó a Amelia que esa persona supiera su nombre pero asumía que eso significaba que ella conocía a la persona. Un golpe de suerte en esta noche tan desastrosa, pensó Amelia. Esta persona se acercó a ella y finalmente vio quien era. 

-Manuel, hola!-exclamó aliviada Amelia pues en efecto, era alguien que conocía y que parcialmente confiaba que no tenía malas intensiones con ella.

-Amelia todos te están buscando, tipo mi hermana insistió en que te encontrara pues que tenía que hablar contigo.-explicó Manuel en un tono preocupado que dejó pensando a Amelia. Luego algo más de este enunciado la hizo pensar aún más.

-Espera, tu hermana?

-Sí, Naomi Ramírez.-el nombre dejó atónita a Amelia.-Sí la conoces no, pues ella fue la que te invitó a la fiesta.

-Sí, sí sé perfectamente quién es.-dijo Amelia para intentar mantener la conversación en una zona que no fuera incómoda.

-Bueno, asumo que o estás loca o te estás muriendo de frío y necesitas salir del parque.

-La segunda opción.-completó Amelia.

-Bueno pues sígueme, vengo aquí todos los días.-empezaron a caminar entre los árboles y pocas bancas que había en el parque. 

Manuel se dio cuenta que Amelia tenía bastante frío entonces le dio su chamarra. Un gesto caballeroso que impresionó a Amelia viniendo de él. 

-Gracias.-dijo Amelia.

-No hay de que, y-hubo una breve pausa antes de que Manuel continuara su pregunta.-por qué saliste corriendo de la fiesta?

-Ah eso.-Amelia no sabía como explicárselo, aunque si sabía que tenía que hablar con alguien sobre lo que estaba sintiendo en esos momentos.-Bueno pues, digamos que a mí, esta persona me gustó desde el momento que nos conocimos.

-Eso es posible?-se impresionó Manuel.

-Sí, ahora calla si quieres escuchar todo lo que tengo que decir.-Mandó Amelia.

-Sí señora.

-Bueno el punto es que yo le confesé mi amor, y esa persona se fue. Y ahora regresó a mi vida y dice que todo este tiempo sintió lo mismo que yo, que ahora esa persona se enamoró de mí. La cosa es que yo hace unos meses le dije que estaba enamorada pero no era cierto.

-Cómo sabes que no era cierto?-preguntó Manuel con una gran curiosidad. 

-Porque, creo que sí me enamoré de otra persona. Y la manera en la que me sentí con esta otra persona no se compara a nada de lo que sentí con la persona de la fiesta. 

-Cómo se siente según tú?

-Se siente como, como un tipo de energía que te llena de alegría. Ya sé, imagínate esto, tu entras a un lugar y esa persona de la que estás enamorado está ahí, en cuanto entras en la habitación te sientes mejor.

-Es como si estar en presencia de esa persona te hiciera sentir algo tan reconfortante como para mantenerte bien por el resto de tu vida.-interrumpió Manuel de manera muy sabia. Amelia hizo leves gestos de asentimiento mientras este dijo estas increíbles palabras. 

-Exacto, y eso lo sentí con otra persona hace meses.-Amelia se desanimó al darse cuenta que nunca había vuelto a ver o saber algo acerca de Alexander.-Y sabes qué es lo raro?

-Qué?-respondió Manuel.

-Que hoy sentí esa sensación, el sentimiento reconfortante de cuando estás cerca de la persona de la que te enamoraste. 

-En qué momento del día fue?-preguntó Manuel seriamente interesado en los sentimientos de Amelia. 

-En la fiesta, pero no cuando la persona que me gustaba me confesó su amor, sino después, un poco antes de que hiciera todo mi show y me fuera corriendo.-esto último Amelia lo dijo con un tono que indicaba que estaba burlándose de sí misma por lo dramática que había sido. 

-Piensas que esa persona, la que te causa la sensación de la que hablamos, estaba en la fiesta?

-Pues es la única explicación, pero sería muy raro pues Naomi dijo que solo personas del Instituto iban a ir y pues nunca lo he visto ahí. 

-Pues mira, lo único que te puedo decir, es que si te enamoraste de esa persona, no vas a poder dejar ir ese amor tan fácil, así que si de verdad estuvo presente en la fiesta de hoy, haría todo lo posible por encontrarlo pues hoy en día es difícil encontrar algo así Amy, no dejes ir ese sentimiento.

Después de esa conversación que hizo a Amelia reflexionar seriamente, llegaron a la casa de Naomi y ahí estaba Claudia afuera lista para llevar a Amelia a su casa pues sabía que lo necesitaba. 

-Quieres hablar de lo que pasó o tendré que esperar a que me lo cuentes?-preguntó Claudia cuando Amelia se acercó a ella.

-Te lo cuento de camino a mi casa.-Amelia se volteó a Manuel y le regresó su chamarra mientras le agradecía y se despedía. 


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