Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
20.- La cuerda desafinada
—Luka, ¿puedo entrar?
La puerta se abrió, la cara de sueño de su hermano la pilló por sorpresa, normalmente él madrugaba y ella dormía hasta tarde, pero tenía pinta de no haber pegado ojo en toda la noche.
—¿Ya te encuentras bien?
Juleka sonrió colándose por el espacio entre la puerta y el marco que Luka mantenía abierto. Evidentemente él sabía que no se encontraba mal, que lo suyo era algo emocional, aunque agradecía que le hubiera seguido el rollo hasta aquel punto.
—Necesito que escuches algo y me digas a qué te suena.
—De acuerdo —siseó cerrando la puerta. Abrió la ventana para que el cuarto se ventilara y se sentó en la cama junto a su hermana—. ¿Me vas a dar alguna pista?
—No, nada de pistas, sólo escucha.
Juleka acomodó el bajo en su regazo y deseó que con la vibración de las cuerdas bastase para que la entendiese. Había trabajado mucho en aquella melodía, sin conectarse al amplificador para evitar preguntas incómodas. Sus dedos se movieron con timidez presionando las cuerdas contra los trastes, había elegido componer en clave de sol porque era la favorita de Rose, las notas alegres y saltarinas que creía que mejor la representaban se sucedieron con seguridad hasta que la remató con un suave glissando que quedaba extraño, pero consistente.
—Adelante, destrózame.
—La cuerda del Re está desafinada.
Miró la tercera cuerda con el ceño fruncido como si la hubiese traicionado.
—De eso no —protestó permitiendo que Luka tomara el instrumento para afinarlo—. ¿Qué has entendido?
—Bueno, hay unas cuantas cosas entre las notas —pronunció mirándola a los ojos—. Hay miedo, pero también se ve a Rose. Es una buena declaración de amor, sé que con el tiempo lograrás perfeccionarla.
—Es horrible, ¿verdad?
—No, suena muy bien. La has escrito en dos días, es imposible que sea perfecta. —Le devolvió el bajo bien afinado y le revolvió el pelo con cariño—. Rose la entenderá y apreciará.
—Gracias —susurró aliviada—. ¿Tú estás bien? Pareces cansado.
—No es nada, he estado estudiando toda la noche.
—Seguro que pasar la mañana en la piscina con Marinette te anima. —Luka soltó un suspiro—. No me digas que habéis discutido.
—No, lo hemos aplazado.
—Lo siento, sé que tenías muchas ganas de pasar el sábado a solas con ella.
—No te preocupes.
Juleka volvió a tocar la melodía con más firmeza y seguridad que la primera vez.
—Rose va a venir —declaró porque no quería que pensase que la cancelación de aquel plan era a causa de Marinette, también porque no quería que la pillase por sorpresa y el miedo la paralizase—. No vas a poder evitarla.
—No quiero hacerlo, voy a tocarle esta maldita canción y a acabar con esto.
º º º
Rose se levantó con la salida del sol, se dio una buena ducha y rebuscó en su armario un vestido cómodo y bonito, se peinó, desayunó y abrazada a su libreta esperó hasta que fue la hora de salir.
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Nosotras
FanfictionJuleka tiene miedo de los sentimientos que crecen en su interior. Miedo a lo que implican. Miedo al rechazo. Miedo a que, Rose, al descubrirlo le dé la espalda. Un miedo que sabe que es en parte absurdo, pero del que no puede deshacerse. ¿Cómo puede...