Nosotras

29.- Jagged Stone

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

29.- Jagged Stone

Rose se sentía liberada, ya no necesitaba fingir en la calle, ni en la escuela, ni en el Liberty, ni en su casa. Podía declararle su amor por Juleka al mundo entero sin que le importase nada porque la gente que importaba de verdad las apoyaba y si eso no era lo más liberador del mundo que la fulminase un rayo.

Entró de buen humor al aula de artes tarareando la nueva canción de Kitty Section y saludó a todo el mundo con energía, desprendiendo buen humor y alegría por todos y cada uno de los poros de su piel. Lo único que podría mejorar su ánimo sería que Juleka cruzase la puerta y se quedase con ella a sacar todo su ingenio, pero su novia prefería soltarse en su barco y ella no podía culparla.

Soltó una risita al pensar abiertamente, por primera vez, en Juleka como su novia; sonaba tan bien como una preciosa canción.

«Juleka, mi novia» pensó divertida. Apostaba a que si lo pronunciase en voz alta sonaría aún mejor que en su cabeza.

Se unió a Alix, Marc y Nath que trabajaban en aquel mural dedicado a Ladybug y Chat Noir. Les estaba quedando genial, lleno de fuerza y colores, representando a la perfección a los dos héroes de París. Les estaba quedando un homenaje precioso y estaba muy orgullosa de ellos.

Tomó su pincel y el bote de pintura rojo para continuar llenando de color el espacio que le habían asignado. Observó a Marc y Nath compartiendo susurros y sonrió, estaba muy contenta por ellos porque eran felices y podían mostrar en público lo que sentían sin miedo. Ella estaba empezando a hacerlo con Juleka, a un ritmo más lento, pero igual segura que ellos porque nadie podía ponerle freno al amor.

—¿De verdad creéis que nos van a dejar colgar esto en la fiesta?

La pregunta de Alix hizo que los tres levantaran la cabeza en sincronía para mirarla con el ceño fruncido.

—¿Esto lo ensayáis mientras no os veo u os sale así de natural? —inquirió fascinada por la sincronía—. En serio, ¿creéis que nos dejarán? Habrá artistas importantes, nosotros sólo somos unos críos de instituto.

—Si no lo cuelgan al menos lo habremos intentado —musitó Nath—. Podremos exhibirlo en el insti igualmente.

—Nosotros tocaremos justo antes de Jagged —declaró Rose emocionada—. Siempre podemos colgarlo para nuestra actuación.

—No creo que encaje con la decoración de Kitty Section —intervino Marc con timidez.

—Seguro que a los demás no les importa sustituir la de siempre por esta, ni a Marinette. Es algo especial.

—Proponlo, no perdemos nada por intentarlo —siseó Nath.

—¿Os imagináis a Jagged actuando con nuestro cartel de fondo? —preguntó Alix fascinada con la idea—. Eso sí que sería una pasada.

La idea les alborotó tanto que trabajaron entre risas y teorías emocionantes.

Por la noche Rose lo propuso en el chat de Kitty Section al que ya habían agregado a Marinette, a todos les pareció una gran idea.

Su cartel no fue seleccionado, pero, tal y como habían acordado, pasó a formar parte del decorado de Kitty Section.

El pequeño evento para agradecer a los dos héroes de París lo que hacían por ellos era un auténtico hervidero de gente, la mención a Jagged Stone de la prensa había hecho que pasara de ser una feria a todo un fenómeno lleno de fans. Eso era bueno para ellos, suponía publicidad gratis, con suerte alguien los vería, se fijaría en ellos y les ofrecería un contrato.

Era poco probable, sin embargo, el ánimo desbordado de Rose les hizo soñar con que pudiera ocurrir. A todo aquel optimismo sólo había una cosa haciéndole sombra: Luka.

Nadie podía culparle, Marinette no podía asistir, no le vería actuar en el escenario y, una vez más, no podría dedicarle ninguna canción. Ojalá Luka tuviera tanta suerte como la habían tenido Juleka y ella.

—Es Jagged —susurró Juleka tirando de la manga de su hermano—. Es él.

—Cálmate, sólo es una persona normal y corriente.

A veces no entendía a Luka; Jagged era su ídolo, pero hablaba de él como si fuera el vecino de al lado, como si no fuera nadie importante, ni un músico genial, ni su ídolo.

—Eres tan idiota —protestó Juleka.

Vieron a Penny plantarse a su lado escribiendo algo con cierta dificultad en el papel prendido en su carpeta mientras hablaba por teléfono y hacía malabares con Fang y su correa. Jagged miró a su alrededor como si buscase a alguien y frunció el ceño.

—Y pensar que vamos a actuar justo antes que él. ¡Estoy tan nerviosa! —soltó Rose—. Tenemos que hacerlo genial.

—Saldrá bien, calmaos.

—Es fácil para ti, estás acostumbrado a pisar escenarios —murmuró Iván apoyando a sus compañeras—, pero nosotros somos unos principiantes.

—Tenéis todo lo necesario, lo hacéis bien, sabéis actuar. Será perfecto, los nervios se os pasarán en cuanto pisemos el escenario.

Rose soltó un gritito emocionado al ver como Jagged caminaba hacia a ellos, seguido de cerca por Penny.

—Aquí estáis —espetó plantando la mano sobre el hombro de Luka de manera amistosa—. Los chicos de Nanarki y Kitty Section.

—Sabes cómo se llama nuestro grupo —murmuró Iván fascinado.

—¡Claro!

Luka parecía muy incómodo teniendo la mano de Jagged sobre el hombro, aunque no hizo nada por apartarse. No, Rose, no alcanzaba a comprenderle a veces; cualquiera en su lugar estaría dando saltos de alegría y pensando en no volver a lavar la sudadera en la vida.

—He visto que vais a actuar justo antes que yo.

—¡Como si fuéramos tus teloneros!

Jagged soltó una carcajada ante el entusiasmo de Rose.

—Sí, algo así. Estoy deseando veros en directo.

Con algunas palmaditas en los hombros de los chicos Jagged se esfumó de manera teatral esquivando fans.

—Ahora sí que tenemos que lucirnos, tenemos que hacerlo mejor que nunca.

—Rose, cálmate.

—Pero, Luka... parece que no te haga ilusión.

—Sí que me la hace, pero tenemos que estar concentrados.

—Déjale —susurró Juleka robándole un beso corto—. Ya está en modo escenario, no volverá a ser una persona normal hasta que acabemos.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Si habéis leído "Una canción de amor" entenderéis a Luka y su actitud. Mañana el último capítulo.