Nosotras

23.- Kitty Section

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

23.- Kitty Section

La semana en clase fue extraña, pero dentro de una relativa normalidad. Las habían pillado besándose, pero nadie se había burlado ni había hecho ningún comentario despectivo. Juleka se sintió más tranquila, se atrevió a bajar la guardia y a dejarse llevar; incluso cuando Rose anunció, oficialmente, que eran pareja, Juleka, se sintió relajada y segura.

El viernes por la tarde, Rose, subió al Liberty dando una vuelta alegre sobre sí misma y rió como si acabase de hacer una travesura. Iván, tirado en el suelo la miró con curiosidad, Luka la saludó con calma sentado al lado de Juleka que se levantó para recibirla con un beso nervioso.

No era el primer viernes en que Luka les hacía reunirse, pero la hora era extraña porque siempre los convocaba después de clase y había esperado casi hasta la hora de cenar. Rose y Juleka se sentaron juntas con los dedos fuertemente entrelazados.

—Gracias por venir —pronunció dejando la guitarra a su lado con cuidado—. Sé que estáis cansados y que este es el último sitio en el que queréis estar ahora mismo.

—No irás a decirnos que dejas el grupo, ¿verdad? —murmuró preocupado Iván.

Rose y Juleka le miraron contagiadas por su preocupación, si Luka los dejaba les costaría mucho encontrar a alguien que pudiera sustituirle.

—No, claro que no. —Los tres suspiraron aliviados y él sonrió divertido—. El otro día estuve hablando con Marinette sobre nuestra web. Tenemos que hacerla un poco más profesional. A ninguno de nosotros se nos da muy bien eso de dibujar o diseñar.

—No tenemos dinero para contratar a alguien —intervino Juleka apuntando a lo evidente, con lo que pudieran juntar entre todos no llegarían a reunir dinero suficiente para pagar a un profesional—. Tendremos que seguir haciéndolo nosotros.

Luka disintió.

—Marinette se ofreció; sabe que no podemos pagarle, así que nos ha ofrecido una alternativa.

—¿Cuál? —inquirió Rose con curiosidad.

—Pasar a ser miembro oficial de Kitty Section como nuestra estilista.

—Pero eso no es pago suficiente —declaró Iván.

—Lo sé, por eso he pensado que, si la incluimos, podemos ir pagándole una parte de lo que ganemos en pequeñas actuaciones durante el tiempo necesario.

»Marinette es buena, ha diseñado nuestro vestuario, nos ha ayudado con el attrezzo y entiende nuestro estilo. No creo que encontremos a nadie mejor para este trabajo.

—¿Y está de acuerdo?

—Dijo que no quería dinero, Juls, pero no vamos a dejar que trabaje gratis, ¿no?

—A mí me parece bien —siseó Iván asintiendo con energía.

—Sí, a mí también —le apoyó Rose.

Juleka asintió, aunque le daba un poco de miedo que lo suyo con Luka no funcionase y todo se volviera incómodo al final.

—Entonces podemos hacer el anuncio oficial en el blog —continuó Luka—. ¿Quién quiere escribirlo?

—¡Yo! —exclamó Rose emocionada—. Crearé una entrada estupenda para ella.

No sólo porque estaba emocionada con su participación directa y porque pasase a ser una más de Kitty Section, también quería hacerlo como agradecimiento por su ayuda con Juleka.

—Te ayudaré —musitó Juleka como si le hubiera leído la mente.

—En vuestras manos está.

Rose y Juleka juntaron las cabezas para cuchichear ideas para la entrada del blog.

—A parte de eso —las interrumpió Luka—, Iván y yo hemos estado trabajando en algunas cosas. Salimos en la tele y desde entonces no hemos hecho nada.

—Es como si con eso ya nos hubiera bastado —continuó Iván con el ceño fruncido—. Yo no entré a Kitty Section para actuar sólo una vez y Luka tampoco.

—Queremos sacar nuevos temas, hacer algo diferente.

—Nosotras también queremos hacer más cosas —murmuró Juleka—. Pero no sabemos por dónde tirar.

—Por eso tenemos que trabajar más —continuó Luka—, poner las ideas en común y encajarlas.

—¿Y si resulta que no funciona?

—Rose, eso no es propio de ti. ¿Te acuerdas de lo que me dijiste cuando nos vimos por primera vez?

Rose frunció el ceño, pero asintió.

—Que si te quedabas con nosotros llegaríamos a lo más alto juntos.

—¿Me mentiste?

—¡No!

—Pues empecemos a tomarnos esto en serio.

—¿Y qué pasa con Cléa? —inquirió Juleka.

—Mientras Kitty Section no debute oficialmente puedo seguir con ellos —contestó encogiéndose de hombros—. Pero si algún día tengo que elegir sé cuál será mi decisión.

Juleka deseaba que esa decisión fuese la de quedarse con ellos en vez de irse con Cléa.

—Tu canción, Rose, puede funcionar muy bien como single.

Miró a Juleka que no parecía incómoda con la idea de que su declaración de amor se convirtiera en single.

—La base está bien —musitó Juleka pasando el brazo por encima de sus hombros—. Suena genial, podemos acabarla y lanzarla.

—Pero es para el otro grupo de Luka.

Él movió la cabeza en dirección a su hermana instándola a decir la verdad, a acabar con aquel engaño nacido de la necesidad de esconderse de sus sentimientos y miedos.

—No hay ningún proyecto para el otro grupo —murmuró agarrándola con más fuerza—. Me lo inventé porque no quería ver a Alí contigo y Luka me siguió la corriente. Lo siento, sé que te hacía ilusión que Cléa la cantase.

Rose rió acomodándose entre sus brazos.

—Mejor entonces, porque así siempre será nuestra.

—Muy bien, Kitty Section. —Luka llevó la mano hasta el centro del círculo que habían formado—. Mañana empezaremos a trabajar en serio, sin excusas.

—Haremos cosas geniales —apoyó Rose poniendo su mano sobre la de él.

—Nos haremos grandes —murmuró Juleka uniéndoseles.

—Seremos los mejores —finalizó Iván poniendo su mano sobre la de los demás—. Debutaremos y seremos imparables.

La reunión de Kitty Section acabó con unas pizzas y refrescos. Iván regresó a su casa, Rose le pidió permiso a su madre para quedarse a dormir. Quería trabajar con Juleka en la entrada del blog y robarle algunos besos más antes de dormir, tal vez alguna caricia tímida también.

Anarka les dio una breve charla a los tres sobre los peligros de un debut sin estar preparados, también de que la maquinaria de la prensa amarilla nunca descansaba. Tenían mucho que aprender y no quería que salieran heridos, cuando fuesen en serio necesitarían un mánager que les encauzase la situación; llegado el momento, Anarka, pensaba presentarles a la mejor mánager que conocía.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Hoy voy sobre la campana porque he salido muy tarde de trabajar. Un poco de Kitty Section para rebajar el fluff. Y sí, Anarka está pensando en AURORA.