25.- Debate

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

25.- Debate

Marinette e Iván subieron al Liberty juntos riendo, se habían encontrado en la esquina y casi habían chocado. Juleka y Rose estaban sentadas en el escenario con la cabezas juntas y apoyadas la una en la otra, pero de Luka no había ni rastro. Marinette paseó la mirada por la cubierta buscándolo.

—Ha tenido que salir —murmuró Juleka—. Volverá para comer o eso ha dicho.

—Entonces tendremos que esperarlo —declaró Iván yendo hasta a ellas para sentarse a su lado—. No podemos empezar si no está aquí.

—Ha dicho que empecemos sin él —pronunció Rose tirando de la mano de Marinette para que se sentase también—. Y que no dejemos que te fugues ni te encerremos en ningún lavabo.

Marinette rió, ella también prefería que no volvieran a encerrarla en ningún lavabo ni cualquier otro sitio.

—No voy a seros muy útil.

—No digas eso —la riñó Rose—. Tú escúchanos y páranos si decimos alguna tontería.

—Escuchando, así nos ayudarás. A parte de la canción de Rose necesitamos algo más.

—Luka y yo hemos estado componiendo una —declaró Iván con timidez—. Es más rock, con mucha más percusión. Suena bien, pero le faltan muchas cosas. Le he puesto letra, lo siento, sé que eso te gusta hacerlo a ti, Rose.

—¿Es la que querías escribirle a Mylène?

Iván se rascó la nariz apartando la mirada avergonzado.

—No, a Mylène no le gusta la música que suena fuerte, se asusta —susurró, jugueteó con el dobladillo de su camiseta y suspiró—. Con la letra que le escribí ya es suficiente.

—Pero podemos componerle algo melódico —intervino Rose animada—. Imagínatelo, con un piano, la guitarra de Luka y...

—No tenemos pianista —cortó Juleka—, abrir audiciones sería pesadísimo.

—Estoy segura de que mucha gente querría unirse a vuestro grupo.

—Eso ya lo sabemos, Marinette, pero sólo podemos coger a gente que encaje con nosotros. —Iván movió la mano apuntando a la evidencia—. Porque somos raros y necesitamos sentirnos cómodos.

Juleka asintió. Ella no habría empleado la palabra "raros", pero tenía razón, no encajaban con facilidad con el resto. Tenían un estilo particular y su forma de componer, tirados por el suelo gritando ideas sin ton ni son, era algo que se escapaba de la norma y lo común. Funcionaban bien de aquel modo, ninguno de ellos soportaría cambiar esa manera de hacer y trabajar. Era su método y les gustaba. Entre ellos tampoco había secretos ni asperezas, todo lo debatían, todo se podía votar, todo, absolutamente todo, era preocupación de todos.

—Pero seguro que hay algún pianista que pueda encajar con vosotros.

—Adrien —soltó Rose emocionada—. Tocó con nosotros en la fiesta de la música y sonamos muy bien, es bueno, es guapo, es...

—No, Adrien no —cortó Juleka dándole un suave codazo deseando que captase que si metieran a Adrien estarían incumpliendo con lo prometido a Marinette; con Adrien rondando por allí no la ayudarían a mantenerse lejos de él—. Su padre le encerraría para siempre en su casa.

—Rose tiene razón, encajó muy bien con nosotros.

—Luka estaría de acuerdo —susurró Marinette—. Pero no sé si le dejarían, en su agenda no debe de haber mucho hueco.

—Esto es absurdo —farfulló Juleka—. Estamos debatiendo incorporar a alguien sin saber qué vamos a componer.

El debate continuó incansable hasta que Luka subió a bordo con la guitarra al hombro y unas bolsas de papel en la mano izquierda.

Le asaltaron arrastrándole a aquel debate antes de pudiese ni descolgarse la guitarra del hombro. Luka se sentó con ellos, acomodando la guitarra en el suelo y besando la frente de Marinette. Sacó el contenido de las bolsas de papel repartiendo envases con comida china para cada uno, satisfechos al recibir sus platos preferido avivaron el debate.

Luka estuvo de acuerdo con Iván en que pensar en incorporar a un pianista sin saber antes hacia dónde querían dirigirse era precipitado, pero dejó la puerta abierta a la posible incorporación de un sexto miembro. Marinette, desconcertada, paseó la mirada por sus cuatro amigos como si se hubiese olvidado de contar. Rose le soltó la bomba de que ella ya era, oficialmente, miembro de Kitty Section y que estaban a punto de hacer el anuncio oficial de su incorporación en el blog.

Al final la conversación se movió hacia Rose y Juleka que mantenían los dedos entrelazados como la pareja más feliz del universo.

—¿Estáis preparadas?

La pregunta de Luka las desconcertó, pero no se separaron ni un milímetro.

—¿Para qué? —inquirió Rose.

—A la gente le gusta meterse donde no la llaman, si empezamos a salir y a actuar en pequeños conciertos creerán que tienen derecho a opinar sobre lo vuestro.

—¿Y se supone que tiene que importarnos lo que digan? —preguntó Juleka.

—No, pero cuando te repiten mil veces la misma crítica acaba pesando —respondió Luka.

—¿Eso es lo que te pasó con Arsène?

—¿Arsène? —preguntó Marinette.

—Salimos juntos un tiempo —le contestó Luka—, pero no funcionó. Y no, no fue por ninguna crítica, aunque sí había comentarios al respecto.

Marinette sabía que Luka era bisexual, no se lo había ocultado en ningún momento, pero le había sorprendido que hubiese mantenido una relación con otro chico y que lo dijese tan abiertamente.

—¿De verdad?

—Bueno —siseó asintiendo a la pregunta de Rose—, por eso digo que la gente suele meterse en asuntos que no son suyos y eso desgasta.

—No dejaremos que nos pase eso, Juleka y yo lo aguantaremos todo.

—Y no están solas —intervino Iván.

—Eso es evidente, las apoyaremos siempre —apoyó Marinette.

—Eso espero, porque somos una familia y nunca dejamos a nadie atrás.

Juleka captó el mensaje encerrado en las palabras de su hermano. Ya hablaría con él cuando estuvieran a solas, para asegurarle que pasase lo que pasase aquella pequeña familia que habían construido no se tambalearía en caso de que su relación no funcionase. A ella también le daba un poco de miedo, pero sabía que se querían tanto que eran demasiado importantes la una para la otra como para romper su vínculo para siempre. Además, estaba segura de que funcionaría, saldrían adelante y se harían mayores juntas.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! De nuevo voy un poco justa de tiempo. Se acerca el final y me está dando mucha pena pensar en ello.

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