Cap. 37 (¿lo sabías?)

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Niniel: están muriendo –me miró –ambos –dijo y luego me miro, ambos pensábamos lo mismo, o algo parecido

Tomé a Selene en brazos y ella puso su mano en mi hombro transportándonos a otro lugar

Cuando lo hizo la sentí moverse a mi alrededor, pero no podía ver nada, nunca había visto una oscuridad tan...oscura, era el elemento puro.

Niniel: te daré una de mis escamas para que puedas ver –habló y sentí algo en mi boca –mastícala

Deje de sentir a Selene en mis brazos e hice lo que me pidió, en cuanto la trague mis ojos se acostumbraron a la oscuridad y pude ver a mi alrededor, solo se que estamos en una cueva, fue lo único que divisé antes de ir con Selene

Niniel: no podemos hacer nada, Eridian ya viene en camino –informo –solo debemos de... mantenerla viva hasta entonces

Me Acerqué a la cama y sostuve su mano con fuerza, mientras Niniel hacía su trabajo, no se que hacer, me siento inútil, ellos están muriendo y yo no puedo hacer nada

Las manos de Niniel estaban en Selene, una en su pecho y la otra en su estómago, de ellas salía una nebulosa roja que parecía adentrarse en el cuerpo de Selene, quién hasta ahora no paraba de sangrar

Eridian no tardó mucho en llegar en su forma humana, Niniel no se movió de su lugar y el puso una mano sobre la que ella tenía en el pecho de Selene, y unos minutos después Selene abrió los ojos soltando grito que resonó por la cueva

Ahora si Niniel se movió y puso una manta sobre sus piernas, mientras la acomodaba para que diera a luz

Eridian: debes de pujar Selene –le dijo y ella negó

Selene: Aún no es hora, no puede nacer –dijo antes de soltar otro grito

Eridian me miro y supe que esperaba a que la convenciera

Ryan: Debes de hacerlo cariño –aprete su mano levemente y cuando me miro sonreí levemente -estaré contigo, estaremos bien –mi voz se escuchaba rota, pero al parecer eso la reconfortó

Luego de lo que parecieron horas todo término, y todo quedó sumido en un silencio, un cruel silencio que fue interrumpidos por los sollozos de Selene y los míos, había nacido, lo había hecho, pero no sobrevivió

Selene: Lo sabías ¿Cierto? Por eso le diste tu bendición –le pregunto a Eridian

Eridian: ahora ellos lo cuidan desde un lugar mejor –dijo poniendo la mano en la frente de Selene y esta cerró los ojos –si recuerda todo nuca sanara, no puedo hacer mucho, porque su Don después de todo es la mente, pero servirá para que sane más rápido –dijo poniéndome una mano en mi hombro –se fuerte muchacho, ambos son jóvenes, pueden tener más hijos, ahora lo importante es que ambos sanen sus heridas emocionales, su lazo es uno muy bonito, el más bonito que he visto en siglos, sabrán sobrellevarlo –me dio unas palmaditas antes de desaparecer

Niniel: deberemos de cuidarla mucho más –dijo llamando mi atención –en el único momento en el que me separare de ella es cuando tu estés con ella, no la dejemos sola –dijo y yo asentí sin mirarla mientras apartaba el pelo del rostro de Selene

*****

Dos días Selene aún no despertaba, pero Niniel me dijo que estaba inconsciente porque sus heridas internas estaban sanando y su cuerpo se estaba recuperando

Niniel había estado saliendo constantemente de la cueva haciendo lo último que Selene le pidió, buscando a sus primos y luego de unos días pudo encontrarlos y traerlos a ambos, eran una niña y un niño, son unos niños muy majos, aunque hacían muchas preguntas sobre él porque su prima siempre dormía, le dijimos que era porque estaba enferma

Parecieron tomarse todo este cambio de la mejor manera, dijeron que una mujer los había visitado en sus sueños y les había dicho que su prima los volvería a juntar, Niniel afirmo que fue Hecate y ahí quedo todo

Luego Eridian vino y se llevó a los niños diciendo que debían empezar su entrenamiento

Y a las 2 semanas Selene por fin despertó y nos miró extraña

Selene: ¿Quiénes son ustedes?

Su pregunta me dejo sin aire, pero me obligue a ser fuerte

Ryan: siente nuestro laso, no te haremos daño –dije estirando una mano

Y luego de analizarnos por unos segundos la tomó y dejo nuestras manos unidas sobre su regazo

MI MATE ES UNA VIROLOGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora