Cap.52 (Esto no es lo mío)

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Karim: no sé, es la primera vez que piso una cocina con planes de cocinar –suspiré

Selene: ¿y si lo buscamos en YouTube? –pregunté

Karim: eso me suena bien

Saqué mi teléfono entrando a YouTube

¿Cómo separar la yema de la clara?

Observamos como usaban una botella de plástico para hacerlo, vimos el mismo vídeo unas 5 veces para estar seguros de que no pasamos nada por alto

Karim: aquí está la botella –apareció con ella

Tomé un recipiente pequeñísimo y rompimos un huevo en él, luego Karim tomó la botella y la aplasto con cuidado antes de poner la boquilla justo encima de la yema, dejo de hacer presión y la botella se volvió a llenar, llevándose la yema con ella

Selene: funcionó –chillé riéndome

Karim: sí lo hice –gritó eufórico

Selene: ahora solo faltan 5 más –dije perdiendo el entusiasmo

Nos quedamos mirando en silencio y estoy segura de que ambos estábamos pensando en la misma cuestión

Solo había una botella y ella ya tenía una yema dentro ¿Cómo sacaríamos las otras 5 si ya no quedaban más botellas?

Karim: ¿tendré que buscar otras 5 botellas? –hizo una mueca de disgusto

Selene: eso creo –me rasqué el cuello –o mejor compramos un pastel ya hecho –ofrecí

Karim: me niego –chilló –ese pastel tiene que estar echo por mí y tú me vas a ayudar –me apuntó

Selene: bien –le arrebaté la botella y la yema salió volando –bueno, ya tenemos una botella –sonreí tensa, viendo como hacía una mueca mientras quitaba los restos de la yema que había caído en su cabello

Karim: desgraciada –musitó

Tomó uno de los huevos y me los lanzó

Agradezco mis reflejos, lo agradecí en cuanto pude esquivarlo

Selene: lo siento –chillé viendo como tomaba más huevos para lanzarlo

Me escondí detrás del desayunador, viendo como me lanzaba todo lo que encontraba en el camino, lo que no pude esquivar fue la harina, así que ahora estaba llena de harina de pies a cabezas

Solté un chillido agudo cuando logré quitarme los restos de harina de los ojos y lo vi lanzándose contra mí

Selene: para, para –me retorcí entre risas

El desgraciado sabía mi debilidad, sabía que tenía muchas cosquillas

Selene: basta, por favor, fue un accidente –me retorcí entre sus brazos

Ya lo habría lanzado contra una pared si no fuera porque está embarazado

Karim: me las pagaras todas –volvió a atacarme luego de darme unos segundos para respirar

Selene: AYUDA, RYAN –grité tan fuerte como pude, una vez me dejo tomar una bocanada de aire

No podía controlar mi cuerpo que se retorcía sin control, mientras trataba con fuerza de salir del agarre de Karim, pero también tenía el suficiente control como para no lastimarlo en mi intento de huida

Tomé una bocanada de aire, jadeando cuando no sentí su peso sobre mí, abrí los ojos y había sido Ryan quién llego y me lo había quitado de encima

Selene: gracias al cielo –limpié las lágrimas que habían salido sin control alguno

Ryan: ¿estás bien? –Preguntó ayudándome a parar –pareces a punto de estallar –me sostuvo de la cintura cuando vio que aún intentaba recuperarme --¿y por qué estás llena de harina?

Selene: tu hermano –lo señale jadeante

Karim: tú empezaste –señalo su cabello

Selene: fue un accidente, además yo te había dicho que esto no es lo mío –señale la cocina –ahora búscate a otra persona que te ayude, yo no lo haré, me niego –chillé

Karim: Ryan dile algo –me señalo

Ryan: si ella ya no quiere no la voy a obligar –se encogió de hombros --ad–además ya todos aquí sabemos el desastre que es en la cocina, tu eres otro desastre ¿no pudiste buscar a alguien que te ayudara en vez de que hicieran todo esto? –señalo cocina la cual estaba llena de harina, huevos y todo regado, era un desastre

Karim: pero es que...

Ryan: mamá estaría encantada de enseñarte lo que sea que quieras hacer, pídeselo a ella

Karim: tienes razón –me miró con una mueca –definitivamente es una mejor idea que hacerlo con ella

Selene: mocoso mal agradecido –apreté mis puños –solo te salvas por eso –dije y el entendió perfectamente a lo que me refería

Me sacó la lengua saliendo de la cocina

Ryan: debes tomarte un baño –me señaló y yo asentí

Selene: ¿dónde dejaste al señor serpiente? –pregunté

Ryan: con Logan –me ayudó a enderezarme

Me ayudó a subir a la habitación

Selene: ¿Qué? –pregunté viendo como no quitaba la vista de mí, mientras me desvestía

Ryan: te voy a ayudar con tu cabello –hizo que entrara en la tina

Y luego tomó el bote de shampoo, antes de abrir la regadera, lo suficiente para mojar mi cabello y quitarme la harina del cuerpo y luego empezar a lavar mi cabello

Era algo relajante, no suelo dejar que nadie peine ni lave mi cabello, pero él no es cualquier persona, era importante, más que importante

MI MATE ES UNA VIROLOGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora