Cap. 42(Te protegeré)

4.5K 389 11
                                    


Todo se había sumergido en un tenso silencio, nadie hablaba, nadie respiraba, nadie pestañeaba, solo esperábamos el veredicto del rey

Eridian: declaro a Rubí Esmeralda Hamilton --esperé su respuesta con paciencia –Culpable –dijo finalmente y se escucharon rugidos de los dragones, estaban felices por la decisión –En cuanto a Linnea "el día" la declaro inocente, ella solo seguía órdenes de su jinete y princesa, pero eso no quitara el hecho de que sea castigada, y ese castigo lo elegiré junto a Mía Selene Stone, nueva portadora del título "la noche" y princesa de dragones –dijo

Con un movimiento de manos desapareció a Linnea del lugar, la envió de vuelta al calabozo

Eridian: Rubí Esmeralda Hamilton, estás condenada a morir atreves de la daga litox –rugió y en cuanto lo hizo lo miré sorprendida

Esa daga destruye el espíritu, el alma y el aura, te impide volver a reencarnar, si mueres con ella, básicamente moriste, no iras a ningún lado, solo dejaras de existir, no tendrás oportunidad de tener más vidas, eso es lo peor que le puede pasar a un jinete, es una muerte deshonrosa y muy, muy dolorosa

Estuve a punto de abogar por ella... a punto de volver a defenderla, pero ya esto no tenía solución, ella se buscó todo esto

Eridian tomó su apariencia humana, apareciendo en su mano, una daga totalmente negra, solo 3 personas la pueden usar, ya que es muy poderosa, Eridian, "la noche" y la protectora de la noche, pero está ultima solo es en algunas ocasiones, a veces no son lo suficiente fuertes como para soportar su poder

Se acercó a mí tendiéndome la daga

Selene: Eridian –susurré mirándolo

Eridian: hazlo –ordenó usando su voz de Rey dragón

Cerré los ojos con fuerza y tras soltar un suspiro tomé la daga entre mis manos y caminé hacía donde estaba Rubí quién me miraba aterrada

Selene: ¿Por qué hiciste todo esto? –Pregunté en un susurro mientras acariciaba su mejilla con suavidad

Selene: ¿En qué momento dejaste de ser mi dulce mejor amiga? Mi hermana, una chica que se hubiese sacrificado para salvar a alguien más, incluso un desconocido –sentía las lágrimas caer con suavidad por mis mejillas

Rubí: Selene –cerró los ojos

Selene: has lastimado a tantos personas, a tantos dragones –limpié sus lágrimas –te convertiste en un persona sin corazón, no te compadeciste por nadie –miré su estómago y ella también lo hiso

Rubí: lo prometiste, la promesa de un jinete no se puedes romper –miró directamente a los ojos

Sé a qué se refería, lo último que me pidió mi padre fue que cuidará de ella, y yo le prometí que lo haría

Selene: prometí que te protegería –murmuré apretando el mango de la daga en mi mano –y te protegeré –aseguré y sonreí un poco –te protegeré de ti misma

Levanté la daga y en un movimiento rápido la abrace enterrándola en su pecho, ella soltó un gritó y se aferró a mis hombros mientras yo la abrazaba por la cintura

Rubí: p-puedes tra-erla, de vue-vuelta –dijo en mi oído tosiendo –l-los nis-sjas, ti-tienen s-su en –le costaba mucho seguir hablando –t-tienen su ener-energía, so-lo d-debes matar...ma-tarlos y r-recuperarla

Me desplomé en el suelo, aun abrazándola y la recosté en el suelo sacando el cuchillo que había incrustado en su pecho, observe como su cuerpo se convertía en polvo, que se iba volando por el viento que había provocado Eridian, los dragones rugían de felicidad

Me acerqué a él y mientras agachaba la cabeza, le ofrecí de vuelta la daga

Eridian: buen trabajo –palmeo mi hombro y yo me limité a asentir

Él tomo mi mentón con fuerza y levanto mi rostro, obligándome a mirarlo

Eridian: rubí no merece tus lágrimas, deja de hacerlo –las limpio con fuerza, pero no permitió que agachara mi rostro

Selene: ¿me puedo retirar? –pregunté y tras soltar un suspiro asintió

*****

Ryan: ¿quieres hablar? –preguntó abriendo los brazos

En silenció fui a la cama y me acosté en su pecho dejándome abrazar por él

Selene: todos piensas que debería odiarla y no lamentar su muerte –susurré mientras sentía su mano acariciar mi cabello

Ryan: ¿y lo haces? –preguntó

Selene: sí –respondí sin pensarlo

Ryan: pero... --dejo la frase al aire para que continuara

Selene: nos criamos juntas y aunque teníamos la misma edad siempre cuide de ella, desarrolle un instinto maternal y protector hacía ella... la cuide cuando estuvo enferma, le enseñe todo lo que sabía, la poyaba en cada paso que daba, y traté, enserio trate de que fuera la persona más maravillosa de este mundo... pero, termino convirtiéndose en eso –murmuré --¿Qué fue lo que hice mal? –pregunté en un sollozo y sentía como Ryan me apretó más a él –juro que di todo de mí para que ella estuviera bien, solo quería eso

Ryan: no es tu culpa cariño, cada quién toma sus propias decisiones, tú eres una persona maravillosa, desde pequeña cargaste con una responsabilidad que no te correspondía y lo hiciste de maravilla –besó mi cabeza –ella se convirtió en esa persona porque así lo quiso, nadie la obligo a hacerlo, eso era lo que ella quería

Lo siento papá, rompí nuestra promesa, pero, si no lo hacía otras personas seguirían saliendo lastimadas, incluso ella misma, solo... por favor perdóname

Esto es mi culpa, solo si lo hubiese descubierto antes, no habría acabado de esta forma, tal vez, ellos estarían conmigo

Inconscientemente mi mano bajo a mi estómago, pero fue interceptada por la de Ryan, quién la volvió a subir y la dejo en su pecho

Ryan: está bien cariño, no te atormentes –me susurro

MI MATE ES UNA VIROLOGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora