Capítulo 19

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La tarde había pasado rápido, ninguno podía dejar de pensar en el estado en que estaban sus padres y como era de esperarse, la cena era muy incomoda.

Gura: ¿Dónde esta Garu?

Hanan: aún no se a levantado. [Responde sin mucho animo]

Aika: iré a verlo.

Así como lo dijo, salió del comedor en busca de su hermano que aún continuaba en su cuarto descansando. Mientras que ambos jóvenes se quedaban a su regreso.

Hanan: ¿ya habrán despertado?

Gura: no lo sé, pero será mejor ir nosotros para saberlo. [Dijo tratando de mantenerla animada] Todo saldrá bien Han, ya veras.

A lo lejos, podían escuchar los pasos de los dos restantes de la casa, al parecer Aika estaba regañando a Garu por no volver por la noche a descansar.

/Horas después/

Después de desayunar, todos pasaron hacer las tareas de la casa, para al manos tenerla ordenada. En cuanto terminaron, decidieron irse nuevamente al hospital para conocer el estado de sus padres, tal vez, ya hayan despertado.

En cuanto llegaron fueron recibidos por ambas matriarcas que aguardaban en el pasillo, al parecer no se habían apartado de la habitación desde la mañana.

Hanan: ¿ya... despertaron?

De todos, fue ella quien se digno en hablar con ellas, después de todo, seguía entre ellos la ley.

Tsusne: no cariño, no han despertado. [Dijo mientras los miraba a todos]

Akira: Debieron quedarse a descansar, podíamos estar aquí por hoy.

Gura: no, nos parecía adecuado. [Hablo con miedo en su voz]

Tsusune: vengan, siéntense.

Aquellas palabras las recalco, tras moverse y hacer un espacio entre ella y Akira, que se encontraba en el otro extremo.

Hanan fue la primera en ir directo al lado de su abuela, en cambio, los tres hermanos se habían quedado impresionados, no esperaban tal acción de parte de ellas.

Akira: ven hija. [Dijo, refiriéndose a la menor]

Garu, tras tener un poco de experiencia con ella, creyó que era momento que sus hermanos se aventuraran en socializar con ellas. Así que sin pensarlo dos veces, con las palmas de sus manos, los empujo de forma lenta y alentadora, para que sus hermanos se dignaran en caminar hasta el sofá.

Garu: vayan, no sean groseros. [Dijo en susurro]

De esa forma logro que ellos se acercaran y tomaran asiento justo al lado de cada una de ellas. Al parecer querían saber más de ellos, las preguntaban sus edades, como eran sus nombres, además que pedían que les contaran acerca de ellos.

Sin molestaros, Garu camino hasta la habitación de sus padres, aguardando en la silla que ahora estaba en medio de ambos. Únicamente escuchando lo que hablaban en el pasillo.

/Tiempo después.../

No sabia que había sucedido, como fue que llego al hospital, o que fue de Sara. Lo único que recuerda es haberla visto destruir aquel campo de guerra en cientos de pedazos, su cuerpo lleno de sangre y cabello desordenado. Nunca la había visto usar tal fuerza.

Temía haberla dejado ahí, entre todo ese escombro y tierra, mientras que él se encontraba en el hospital.

Su miedo fue lo que lo impulso a mirar a su alrededor; la luz blanca no le permitía que sus ojos recuperaran su visión, no podía ver más allá del suero. Con las fuerzas que tenia, apenas y lograba definir a la persona en la camilla; podía ver la pálida piel y el cabello café que tanto le gustaba de su esposa. No hacia falta saber más, sabia que era ella. Quería alcanzarla, quería tocarla, pero su mano no le respondía, bien sabia que algo le impedía hacerlo, miro con frustración aquella área, pero en cuanto vio de que se trataba, no pudo evitar sentirse aliviado. Su hijo estaba ahí junto a él, había vuelto de su misión.

No Importa Que... [Garucca] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora