¿Un final feliz?

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 -Si me disculpas querido, debo ir a atender unos asuntos-se inclinó y beso la frente de la araña, con delicadeza. Ángel sonrió encantado ante aquel acto y vio desaparecer a su ahora, nuevo novio.

Alastor caminó hacia su habitación, hizo algunos papeleos pendientes y se paseó por el terreno, observando todo el trabajo que habían echo durante aquellas semanas. También pensaba en lo mucho que había cambiado, en lo mucho que le importaban los huéspedes del hotel y lo mucho que deseaba que este proyecto saliera adelante. Ya no tan solo por Charlie, si no porque el realmente quería que se redimieran y quién sabe, si el podría hacerlo algún día. Descartó la  idea de inmediato, no quería separarse de Angel. Hasta el momento varios demonios intentaban ser mejores, dejando la droga  el alcohol, la prostitución o el asesinato. Se podía sentir el cambio verdadero ¿Se irían realmente al cielo? Aquello estaba por verse, aún no tenía la entera certeza de que esto fuera realmente a funcionar y la gente pudiera redimirse.

 Al caminar por el patio, vio una sombra que se acercaba hasta el foco de luz, era Husk su antiguo compañero de copas y ahora su amigo.

-Husk, mi buen amigo- saludo efusivo. El gato lo miro extrañado, olorizando al ciervo de pies a cabeza.

-No puedo creerlo-rio- tuviste sexo con Angel ¿O me equivoco?-

-Como siempre, una nariz muy perspicaz- parte de su sonrisa eterna se perturbó.

-No es que me importe-se encogió de hombros.

-Es malo mentir, gatito- mostró todos sus filosos dientes.

- ¿Que insinúas?- la sonrisa socarrona había desaparecido de su rostro.

-Vamos, te conozco hace años ¿Desde cuando muestras tanto interés en las personas? O más bien, en una sola persona-

-Se podría decir lo mismo de ti. Me sorprendió cuando me dijiste que te gustaba Angel-

-¿Celoso?- lo miro por el rabillo del ojo, esperando alguna reacción del demonio.

-Ya estoy muy viejo para estas cosas- suspiro cansado-me guste o no Angel, se nota a kilómetros que está totalmente enamorado de ti- le señalo con el indicé- yo no haré ningún movimiento, ni nada contra ustedes. Puedes estar tranquilo-los hombros de Alastor se relajaron ante aquellas palabras. La verdad era, que era una persona posesiva, no quería que nadie más tocara lo suyo ni tampoco quería pelearse con su amigo.

-Bien, porque no quiero que le pongas ninguna garra encima a MI novio-

-¿Novio?-se sorprendió por aquellas palabras- vaya, los felicito- aplaudió falsamente-Bien, si me permites- se largo hacia adentro, hasta su habitación. Tomo una botella de su mejor licor y se la tomó todo de un solo trago. Se alegraba de que por fin Angel fuera feliz, que fuera correspondido y porque no, que Alastor, también lo fuese. Había notado un gran cambio en él y podía confiar en el ciervo. Le quería de verdad, pero unas lágrimas traicioneras bajaron por la mejilla del gato. Se había encariñado con la araña y dolía un poco aquella situación(aunque tan solo un poco, jamás iba a admitir sus sentimientos)—Bah, siempre puedo ser su amigo—tomo otro largo trago, pensando que lo iba a superar y siempre iba a estar al lado del albino.

**

Una semana después, los reyes del infierno vinieron a visitar al nuevo y próspero hotel. Habían escuchado rumores de gente que se habían inscrito por sus propias cuentas y querían verlo con sus propios ojos, además de estar preocupados por su hija. Lucifer tocó la puerta y espero que alguien llegase a abrirle la puerta. Quien tuvo ese honor fue Niftty, que asustada, los dejó entrar sin ninguna palabra.

-Manzanita-Lilith vestía un elegante vestido negro, apegado a su curvilínea figura. Escote de corazón y pequeños brillos en el ruedo.

-Mama, papá- llegó la rubia nerviosa. Cogió de la mano a su novia y se acercó a los dos—¿Qué les trae por aquí?—Lucifer los miraba con fascinación. El hotel estaba lleno de actividad y se podía sentir una aura menos oscura en sus residentes ¿De verdad estaban cambiando?¿Era posible la redención? El suponía que si, ya que si el fue desterrado del cielo y lo mandaron al infierno ¿No podía ser al revés?

TraicionadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora